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El jabón de Mario Bryce
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El clasismo y discriminación de Mario Bryce contra Julio Arbizu, las mentiras de Rosa Bartra y Rafael López de Aliaga, las falsedades de Luis Solari, el video en el que comparan a Gino Costa con Abimael Guzmán o las encuestas falsas difundidas por ellos mismos son el mejor ejemplo de lo que define al partido Solidaridad Nacional: farsa y difamación.
Disculpen la franqueza, pero esa horda reunida bajo la sombrilla de Solidaridad Nacional no ha hecho otra cosa que mentir, difamar y esparcir mediocridad en estas semanas de campaña electoral. Los “solidarios” se han esforzado por representar todo lo que en política tendríamos que rechazar. Respóndanse ustedes mismos, ¿qué de positivo ha aportado Solidaridad Nacional en estas semanas de debate electoral?
El castañedismo ha sobrepasado todos los límites. El repudio en las urnas tendría que ser unánime.
A mí no me van a contar de lo que pueden ser capaces en ese partido. Tomen esto como un “disclaimer”: yo he vivido en carne propia su veneno cuando fui regidor en la gestión de Luis Castañeda, en la que recibí amenazas diarias, contra mí, mi familia y amigos, hasta tuve que mudarme por seguridad luego de que me amedrentaran en la puerta de mi casa. Pero esto no es nuevo. Varios lo han vivido. Ellos no juegan con las reglas de la política, sino con las del callejón. Es fácil de verlo en esta campaña.
Lo que no tiene sentido es que Solidaridad Nacional, el partido que más alcaldes tiene en la cárcel por delitos de corrupción, reciba tanta atención sin tener ninguna presencia significativa en las encuestas. Están en el fondo de la tabla, bien al fondo, con suerte llegan al 3%, pero ocupan buena parte de la cobertura electoral. En esto los medios, en busca de rating, tienen mucha responsabilidad. Ya estuvo bueno, ¿no?
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