¿El próximo líder del mundo libre?

Cuando un periodista mencionó encuestas que muestran a Biden como el probable presidente, Trump se refirió a ellas como “fake polls”. Unos días después, el presidente americano enfatizó la importancia de usar mascarillas (algo que no había dejado claro antes). Este cambio de actitud sugiere que Trump sí cree en las encuestas y duda de la reelección. Ciertamente, la gestión de la crisis sanitaria explica en gran parte la desaprobación de Trump.

En 2016, Trump ganó a pesar de las encuestas, pero la ventaja de Biden es bastante superior a la que tenía Clinton a este punto hace cuatro años. Biden gana en parte porque su elección sería un retorno a la normalidad, terminando cuatro años extremadamente polémicos en EE.UU., pero este no es el factor más importante. Una fortaleza mayor de Biden es que podría restablecer el liderazgo americano en el mundo. Según Pew Research, la reputación de EE.UU. ha empeorado de manera notable desde que Trump asumió la presidencia. Considerando algunas decisiones del mandatario estadounidense, es poco sorprendente. Por ejemplo, aplicar aranceles a un aliado democrático como la Unión Europea no le hace favores a la imagen americana.

EE.UU. lleva décadas como el líder del mundo democrático. Uno se pregunta qué sería de nosotros sin su contribución en la Segunda Guerra Mundial o la Guerra Fría, donde se derrotó a las ideologías antidemocráticas del siglo XX (fascismo y comunismo). Si es presidente, Biden enfrentará problemas globales como la pandemia, y otros regionales como Venezuela. Recientemente, el candidato demócrata afirmó que “Estados Unidos debe liderar nuevamente”. Por el bien del mundo, esperemos que lidere. Si no lo hace, ¿quién lo hará?