Todas las semanas se publican estudios y encuestas que nos dicen que los ciudadanos quieren que se vayan todos. Que la imagen del Gobierno y el Congreso está por los suelos, que nadie quiere a los partidos políticos y tampoco a los políticos de siempre. Pero esas encuestas y esos estudios también nos dicen fuerte y claro que en nuestro Perú ya nadie cree en la justicia, tampoco en los jueces y los fiscales.
Digo esto porque esta semana leí un artículo en el que se informa que la ONG IDL, la del investigado Gustavo Gorriti, sigue haciendo capacitaciones a jueces.
No quiero ni imaginar cuánta plata recibe esta ONG por estas capacitaciones, más aún cuando son justo IDL y otras organizaciones las que se niegan a transparentar el origen de los fondos y para qué los usan.
Lo que sí es innegable es el control de IDL y su líder sobre el sistema judicial y su influencia en jueces y fiscales. Por eso me pregunto, ¿por qué mejor no cerramos el Palacio de Justicia y las fiscalías, y que Gorriti con su ONG sean los que impartan justicia en el Perú?
Parece un chiste, pero no lo es. Porque queda claro que el que manda en la justicia peruana no es ningún juez y tampoco un fiscal, es ni más ni menos que Gustavo Gorriti quien, además, es el pensamiento guía de todos los oenegeros del Perú.
Una vez más queda claro cómo IDL y Gorriti meten sus narices y controlan el Poder Judicial y el Ministerio Público, y con talleres de capacitación, reconocimientos, premios, viajes y muchas cosas más, compran las conciencias y adoctrinan a los jueces y fiscales en “nuevos principios legales y parámetros de justicia” que, claro está, se acomodan de manera perfecta a las agendas y consignas comunistas y caviares que propagan todas las ONG acólitas que viven de la misma mamadera.
Finalmente, lo que nos dicen la encuestas sobre que los peruanos: “Queremos que se vayan todos”, termina siendo razonable. Que ese reclamo de un cambio total no solo es mayoritario, sino que es inminente. Que la búsqueda de un nuevo liderazgo que defienda la libertad, el crecimiento y el desarrollo es verdadera y representa la realidad real, aunque le arda a los comunistas y caviares.
Que los que deben comenzar a hacer sus maletas para que se vayan a su casa no solo son los jueces y fiscales, sino también las ONG como el IDL de Gustavo Gorriti.
¿Y saben algo más? Por ahí debe comenzar el cambio de ciclo.