- “¿En qué país estamos en que algunos ciudadanos son capaces de votar por un asesino, un criminal que mató a cuatro policías?”. Esa pregunta que se formuló ayer Fernando Rospigliosi en una entrevista en Perú21 llega a constituir una frase similar a la épica “¿Cuándo se jodió el Perú?” de Vargas Llosa por lacerante y pertinente. De verdad, esta sociedad está muy enferma y jodida si un psicópata manifiesto como Antauro Humala tiene chance de gobernarnos. Y eso que bastante ya fue que un evidente deficitario mental como Pedro Castillo lo haya hecho.
- Imposible publicar una columna hoy sin hablar de Alain Delon, un monstruo del cine que nos acaba de dejar. No es que fuera tan extraordinario como actor (aunque en “El Gatopardo” y en “Rocco y sus hermanos” estuvo brillante), pero tenía una gran personalidad que marcaba sus filmes, aparte de ser extraordinariamente guapo (con su novia Romy Schneider constituyó una pareja que parecía venida del Olimpo de ser tan bellos ambos).Delon fue muy relevante en el cine europeo y una cara representativa de Francia junto a esa generación brillante de actores nacidos a comienzos de los 30 (Trintingnat, Belmondo, Bardot, Aimée), pero nunca pudo conquistar Hollywood del todo, a pesar de muchos intentos. Muy de derechas, libertino hasta el tuétano, hípico apasionado, maloso amigo de mafiosos (como Sinatra. Incluso se le vinculó al célebre ‘Caso Markovic’, en el que su guardaespaldas fue asesinado al parecer por pretender chantajear al futuro presidente Pompidou con unas fotos en las que su esposa aparecía en orgías), amante del box (íntimo de Monzón), opinante deslenguado y curtido paracaidista/infante de Marina de la guerra francesa en Indochina (donde participó en la histórica derrota francesa de Dien Bien Phu con tan solo 18 años. Luego fue expulsado por robar un jeep), Delon fue todo un personaje.
Cerraré mi homenaje con un cliché: en esta época tan superficial de Internet y de insufribles “wokes”, ya no hay gente tan interesante.