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Esposa e hijo iban a matar a empresario
Joven fue capturado con el guardaespaldas de su padre. Su madre es buscada por la Policía.
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La ambición por pretender quedarse con las propiedades y negocios de su esposo, dueño del hotel Las Suites de Barranco y del restaurante Puro Perú, llevó a una mujer –en complicidad con uno de sus hijos– a planear su asesinato. Ambos habían contratado a dos sicarios, pero el crimen fue frustrado por la Policía.
Aldo Felipe Castagnola Bejarano (33), hijo del hombre de negocios –Aldo Castagnola Yufra (60)–, fue capturado por los agentes junto con uno de los guardaespaldas de su padre, Luis Antonio Palao Soberón (43). Este último fue quien confesó el planeado homicidio, informó el general César Cortijo, jefe de la Dirincri.
LA CAPTURAEran las 7:30 de la noche del martes cuando agentes de la Divincri de San Borja intervinieron a los ocupantes de la camioneta pick up –de placa PQT-485–, quienes aguardaban en actitud sospechosa. El vehículo permanecía estacionado a una cuadra del Club Regatas Lima.
Grande fue la sorpresa de los policías al hallar en poder de Aldo Felipe un revólver y la fotografía de su padre. En tanto, su acompañante, Luis Palao, tenía tres pistolas, municiones, tres pasamontañas y guantes quirúrgicos.
Después de varias horas de interrogatorio, este último contó el siniestro plan. Detalló que las armas, entre ellas una pistola de propiedad del hombre de negocios, iban a ser entregadas a un sicario para que ejecutara el asesinato.
Reveló que la autora intelectual de este intento de homicidio era María Beatriz Bejarano Tasso (55), esposa de Castagnola Yufra. Es más, fue ella quien sustrajo el arma de su cónyuge para entregársela al asesino a sueldo.
Dijo que el plan consistía en que la mujer citaría a su pareja en el mencionado club. Ella lo tenía que retener durante 30 minutos, y a la salida del lugar, supuestamente, el empresario iba a ser atacado.
Palao Soberón manifestó, además, que fue el hijo del dueño de Las Suites de Barranco quien le pidió que se comunicara con reos del penal de Lurigancho para que contactaran al sicario.
Posteriormente, los detectives entrevistaron al empresario y este corroboró el encuentro con su esposa en el club. Sostuvo que la notó nerviosa y que hablaba a cada momento por celular. Incluso, contó que ella se había retirado de improviso del lugar.
La Policía informó que en total se iba a pagar 50 mil dólares: US$20 mil para el sicario y el resto del dinero para los contactos en la prisión, las armas y los vehículos.
DATOS
- La Fiscalía solicitó la orden de captura de María Bejarano, esposa del hombre de negocios. Se informó que ella viaja constantemente a los Estados Unidos, donde recibe tratamiento psicológico.
- El crimen había sido planeado, inicialmente, para el lunes pasado. Iba a ser perpetrado frente a un centro de rehabilitación, pero desistieron porque a pocos metros hay una comisaría.
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