¿Gabinete nuevo barre bien?

A estas alturas, lo dije y escribí, lo que necesita el gobierno es aire y espacio para recuperar la credibilidad tremendamente mellada de (toda) la clase política. ¿Cómo se consigue eso? Escogiendo dos o tres temas en sendos sectores que tengan un alto impacto en la vida de las personas; que constituyan espacios de contacto masivo entre el Estado y la ciudadanía (como Infraestructura, Seguridad, Educación, Salud, por ejemplo) y mejorar todo lo que se pueda la experiencia de los usuarios de esos servicios.

Probablemente no habrá espacio para grandes reformas; ni para modificaciones estructurales en materia tributaria, laboral o ambiental. Los temas muy sensibles y en los que hay tantos pareceres como actores involucrados habrán de esperar. Las políticas públicas de fondo recién podrán mirarse cuando el gobierno gane –o “recupere”– legitimidad y credibilidad. Y si es que lo logra. ¿Les suena “enfoque de género”?

David Tuesta, pienso, será un buen ministro. Es de las pocas primeras opciones que dijo que sí. A Vizcarra y a Villanueva también les pasó lo que a PPK y Zavala y luego a PPK y Aráoz: los profesionales y tecnócratas más y mejor preparados no están haciendo cola para formar parte del gobierno y, entre ellos, muy pocos están dispuestos a arriesgar su reputación. La diferencia es que este era un escenario que Vizcarra y Villanueva tenían contemplado. ¿Sorprende el nombramiento de Heresi? Sí, pero, ¿quién más hubiera querido el Minjus cuando el fallo de la Corte IDH sobre el indulto a Fujimori está por llegar?

Que nadie esté contento con todo el gabinete y que este no tenga un solo nombre rimbombante pueden ser dos buenas señales. Menos antis y menos expectativas desbordables. Buen viento para el nuevo gabinete. Lo va a necesitar.