Fernando Cáceres: La pluralidad one way

Esta semana, los periodistas que en 2013 presentaron un amparo contra la compra de Epensa por el Grupo El Comercio (GEC) acudieron a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para demandar al Estado por demorar su trámite. La ocasión es propicia para comentar un ángulo poco analizado de este asunto: la pluralidad informativa. Según los demandantes, la compra vulnera la pluralidad y, en consecuencia, la libertad de información. ¿Pluralidad equivale a dispersión de la propiedad de los medios en varias empresas o a abordar los temas contrastando distintas opiniones, dando espacio de opinión a columnistas diversos, etc.? Es una cuestión central, pues, si equiparamos pluralidad con dispersión de la propiedad, terminaremos exigiendo pluralidad al GEC, pero no fuera de este. Si uno observa las prácticas de algunos medios donde trabajan los demandantes, vemos que no suelen preocuparse por la pluralidad que reclaman. En La República, por ejemplo, no veo ningún columnista liberal en lo económico, y he leído varios informes sobre asuntos de mercados donde ni siquiera se pide opinión a fuentes divergentes. El otrora Diario 16 hace algunos años decidió no publicar una columna mía, a pesar de tener un espacio permanente, porque era contraria a su línea. Para mí, la pluralidad no está atada a la propiedad de los medios, sino que es una práctica necesaria para crear institucionalidad democrática, con independencia de quién sea el dueño de un medio. De hecho, saludo que Perú21 venga esforzándose por ser plural, dando espacio a columnistas de diversa ideología, y lanzando al primer Defensor del Lector, que tiene el encargo de evaluar, incluso, si mediante las portadas se favorece a algún candidato. Ahora que llegan las elecciones, bien harían los diarios, dentro y fuera del GEC, en preocuparse por la pluralidad que reclaman. Herramientas hay: columnistas diversos, fuentes distintas, defensor del lector, revelación de qué candidato apoyan, etc. Concentrémonos en eso.