Fernando Cáceres: Una reforma pro Mipyme

En las empresas más pequeñas los empresarios tenemos que hacer todo, dijo con razón el representante de la Grama en CADE. Por eso, en este nivel de desarrollo, nos afecta mucho más la relación con el Estado. Ponga una empresa y lo comprobará. Considerando que el 99% es MIPYME y que nadie quiere tocar los regímenes laborales, debemos emprender una reforma tributaria que favorezca la productividad y competitividad. Sobre esto, CADE mostró un amplio consenso entre los candidatos punteros.

Uno de los ejes de esta "reforma pro MIPYME" debiera ser la revisión de los regímenes especiales tributarios. En la tercera edición del Observatorio Tributario de Contribuyentes por Respeto, encontramos que gran parte de las MIPYME formales están fuera de los regímenes especiales, y que existen diversas alternativas, aplicadas por los países vecinos, que debieran evaluarse para la reforma.

En Chile, a diferencia de acá, estas empresas pueden diferir el pago del IGV hasta en 60 días, lo cual es clave si consideramos que los clientes no siempre pagan el mismo mes. Además, mientras acá solo las microempresas están exentas de llevar contabilidad completa, en Chile incluso las pequeñas y medianas solo tienen que llevar registros de ingresos y egresos. Otra diferencia es que en el vecino del sur, ante una primera infracción tributaria, se permite aplicar como sanción la asistencia a cursos de capacitación, en vez de multas.

En Brasil, por su parte, el Impuesto a la Renta e IGV, junto con las contribuciones sociales, se pagan en una sola cuota mensual, cuyo nivel dependerá de los ingresos brutos y actividad productiva del contribuyente. En esta dirección, pareciera ir Keiko Fujimori, cuando en CADE propuso eliminar el tope de S/.30,000 para estar en el RUS, y establecer una sola cuota anual. Tasas, regímenes especiales y mejores prácticas de la Sunat deben ser los tres ejes de una reforma que, felizmente, empieza ya a consensuarse.

fernando.caceres@respeto.pe