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Fernando Cáceres: Tragedia griega
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Están por cumplirse los primeros cien días del nuevo gobierno griego y la situación es extremadamente complicada en las tierras helénicas. El nivel de desempleo es cercano al 27%, el arca fiscal se encuentra casi en la quiebra y el vencimiento de los plazos para pagar gran parte del rescate otorgado por el Fondo Monetario Internacional en el 2010 está por llegar. Un escenario de default parece inminente. ¿Cuál es el origen de esta tragedia griega?
Por un lado, la aplicación de una serie de políticas nada austeras ha llevado al aparato fiscal al borde de la quiebra. Si bien es cierto que desde el 2000 hacia el 2007 Grecia fue una de las estrellas de Europa, crecía a una tasa promedio anual de 4.3% para ese periodo, por el impulso del sector público. Esto ha desencadenado que el ratio de deuda sobre el Producto Bruto Interno (PBI) se dispare a, por lo menos, 170%; nivel, por decir lo menos, irresponsable.
Por otro lado, los altos índices de corrupción y evasión tributaria han impedido que el fisco recaude lo necesario para financiar parte de sus políticas intensivas en gasto. Esto es muy grave, debido a que se estima que anualmente el Estado griego deja de recaudar, aproximadamente, 20 mil millones de dólares, cifra que equivale al 7% de su PBI.
Además, esta situación es repotenciada por la precaria situación del mercado laboral, que está compuesto en gran medida por autoempleo, alcanzando un 31.9% en comparación con un promedio europeo de 15%. El desenlace de esta tragedia puede que sea un calamitoso default y un posible abandono de la Unión Europea, un hecho que sería nefasto para todos.
En los ochenta, los peruanos enfrentamos a una situación muy parecida, cuando hubo un desbordado gasto público y crecimiento del Estado. Ahora que empieza la campaña electoral en el país, debemos recordar que solo mientras soñamos podemos vivir por encima de nuestras posibilidades.
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