-Pedro Francke me confirmó que no es más que un muy mediocre profesorcito de Economía con esa última columna suya en H-13. No se puede evaluar tan ligeramente el crecimiento total del PBI en la década de los 90 sin tener en cuenta no solo el arduo proceso de recuperación de la crisis de los 80, la trabajosa reinserción en el mundo financiero internacional y el cambio del desastroso modelo de economía velasquista implantado desde 1968 (que Belaunde casi no tocó y Alan 1 quiso ahondar con la estatización de la banca), sino también los gigantescos impactos externos casi simultáneos de las crisis rusa (el impago de Moscú provocó una fuga mundial de capitales y el disparo del dólar) y la crisis asiática (que llevó los precios de las materias primas al subsuelo), además del posterior “Efecto Samba” desde Brasil y el megafenómeno de El Niño de 1998, que colapsó al agro, la pesca y destrozó mucha infraestructura. La crisis en el Perú fue tan seria que varios bancos quebraron (Latino, Banex, Norbank, República, Nuevo Mundo) y tanto el Wiese como el Interbank se salvaron por un pelo, evitándose felizmente una crisis bancaria sistémica. Ignorar todos estos factores en cualquier análisis sobre el PBI total de esa década revela ignorancia, mala leche y un profesionalismo deficiente. ¡Digno ministro de Economía para alguien como Pedro Castillo!
-Jimmy Carter cumplió cien años. Linda persona, pésimo gobernante. Junto a Hoover debe haber sido el peor presidente estadounidense del siglo pasado y por eso Reagan le aplastó abrumadoramente en su intento de reelección. No supo controlar la inflación y revertir el desánimo post-Vietnam y Watergate, pero la peor herencia de su mandato fue la pérdida y radicalización religiosa del estratégico Irán, problema que sufrimos hasta en estos días: Carter permitió la caída de su aliado el Shah y soportó pasivamente la humillación de la toma de su embajada por largos meses (una arriesgada operación de rescate fracasó miserablemente).