La gente no es tonta, señor Chávarry

El señor Pedro Chávarry dice que “una sola mentira” no lo hace integrante de una organización criminal. El congresista Juan Sheput recomienda acusarlo por ser parte de Los Cuellos Blancos y por encubrimiento real. El señor Chávarry nos quiere ver la cara cuando dice que esa banda de encamisados con Ña Pancha nunca existió. ¡Caray! ¿Qué diablos fue la fuga del señor Hinostroza, alias ‘Hermanito Mayor’? ¿No era esta la cuadrilla que buscaba un fiscalito para seguir medrando con los verdecitos, con sus sentencias para los violadores de menores y con sus entradas para ver al doctor Rock?

Pueda que Hinostroza esté enviándole a Chávarry un salvavidas que, literalmente, cruza el charco en su ayuda. Quizá lo de organización criminal juegue a su favor. La justicia española ha dicho que el Congreso no incluyó a todos en la banda. El señor Chávarry parece reírse del documento de Sheput.
La conducta del señor Chávarry se describe en la denuncia constitucional de la fiscal de la Nación. Fue un protegido de Fuerza Popular para encubrir las investigaciones a Keiko Fujimori; la tesis de la señora Zoraida Ávalos se sustenta en el testimonio del congresista Rolando Reátegui.

Buscó acabar con la investigación del equipo especial; quiso botar a Vela y Pérez. Quiso publicar los términos más secretos del acuerdo con Odebrecht para boicotearlo, siguiendo el guion de ‘La Botica’. Y lo que es peor, según su exasesora Rosa Venegas, montó un operativo que violó una oficina lacrada para desaparecer papeles vinculados a la señora Fujimori.

El señor Chávarry representa la vieja justicia; la que mira de costado y se sabe protegida. Una justicia que la sociedad ya no tolera, y que el señor Chávarry y sus mañas la avergüenzan. Fiscales como el señor Vela y su equipo la adecentan. La gente no es tonta, señor Chávarry.