Y volvió sin haberse ido

Posiblemente con esto se haya marcado un nuevo récord Guinness. Habría que preguntarles a los miembros de esta organización si califica que un club de fútbol descienda de una liga por un pésimo desempeño en las canchas pero que, sin mediar algún partido, ascienda casi inmediatamente a esa misma liga que dejó. De ser así, valdría la pena que se inscriba a la Federación Peruana de Fútbol por haber logrado semejante récord.

Es el caso de Alianza Lima, que descendió el año 2020 luego de cerrar, seguramente, la peor campaña de su historia en sus 120 años de existencia, inclusive peor que la que tuvo en 1938 cuando también descendió a la Segunda División. Es que sus últimos nueve partidos jugados en el Clausura 2020 lo sentenciaron: perdió 7, empato 1 y solo ganó 1. Números muy difíciles para sostener su permanencia en la división superior. Los íntimos fracasaron con el manejo del Fondo Blanquiazul, de quienes no dudamos de sus buenas intenciones, pero que demostraron que de manejo de fútbol sabían poco o muy poco; y Alianza lo sufrió. Hoy habrán aprendido que los jugadores indisciplinados por lo general arrastran esos vicios, que los jugadores de lesiones largas y casi crónicas demoran mucho en recuperarse, y que traer técnicos que no dan la talla para seguirlos esperando son también una pérdida de tiempo.

A pesar de todo, hoy el club blanquiazul vuelve a la Liga 1, en pleno desarrollo del torneo, por obra y gracia de sus abogados, que hicieron prevalecer ante el TAS el reglamento que la propia Comisión de Licencias de la FPF no supo aplicar. Así está nuestro fútbol, al que organismos de afuera le enmiendan la plana. Es que la autoridad que rige este deporte, puntualmente la FPF, no solo debe ser capaz y honesta, sino también parecerlo, y la verdad que de esto último dejan una pésima imagen. Mucho hay por corregir, comenzando por no volver a tener campeonatos en los que solo algunos clubes reciban apoyo, ayuda, inversión o préstamo de la misma FPF. No es lo correcto, ni una buena práctica, por decir lo menos. Paradójicamente, el club Carlos Stein, cuadro que jugó este año la fecha 1 de la Liga 1 y que hoy es enviado al descenso sin jugar la fecha 2, fue uno de los “beneficiados” con el apoyo del organismo rector del fútbol peruano. En estos días es de esperarse que el cuadro de Lambayeque reciba alguna salida a sus reclamos, y no dudamos que la FPF se esfuerce porque el recién descendido quede de alguna manera conforme. Aquí hay mucho pan por