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El gobierno no es Bruce Lee
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Los políticos duchos, que tienen miles de horas de vuelo y que han pasado por escenarios diversos, manifiestan que la condición necesaria para el éxito político es tener una buena muñeca.
Un escenario complicado tendrá el gobierno en su relación con el Congreso en la próxima legislatura. Hasta donde conozco, solo Bruce Lee podía pelearse con varias personas a la vez; y ese no es el caso del gobierno que debe lidiar con ocho grupos parlamentarios adversos, y las denuncias públicas por actuación irregular de algunos funcionarios y de personas vinculadas al entorno presidencial.
Lo recomendable es que el gobierno, durante lo que resta del receso parlamentario, vaya cerrando la mayor cantidad de frentes abiertos para llegar a la nueva legislatura con menos problemas.
Por ejemplo, un cambio de ministros podría darle a Ana Jara un balón de oxígeno importante, a fin de no debilitarla y que pueda seguir siendo una buena interlocutora entre el Ejecutivo y el Parlamento, dada su condición de congresista.
Otro aspecto estratégico es evitar más deserciones de la bancada oficialista, y esto solo se logrará desde la Plaza de Armas, cuando el presidente Humala renueve fidelidades al reunirse de manera permanente con los integrantes de su grupo parlamentario.
Lo otro es manejar el Congreso de manera consensuada. Lograr una agenda tejiendo alianzas sectoriales con los grupos menos "radicales", para darle un sentido más legislativo y menos político al Parlamento.
Lo importante en el juego de la política es generar buenas percepciones. El gobierno tiene que aprovechar su condición de "minoría" en el Legislativo; ahí la presidencia tiene que ser más institucionalista y sus voceros menos confrontacionales.
La oposición debe actuar con inteligencia y no con impulsividad. Ojo que la población también percibe el 'bullying'. No es buena para el país una relación turbulenta entre estos poderes del Estado.
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