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[Opinión] Richard Arce: Los hombres detrás de Antauro
Las preferencias por los caudillos son históricas en el Perú, si es un militar es mejor; además, suma si tiene un talante autoritario y radical, características innatas en los Humala. No importa si son corruptos.
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El mitin multitudinario que tuvo Antauro Humala en Andahuaylas es el preludio de un nuevo escenario en el panorama político nacional, porque se confirma la presencia de otro de los inefables Humala, que una vez más pretenden llegar a la Presidencia de la República.
Somos un país con muy poca memoria, que permite que personajes altamente cuestionados, con antecedentes antidemocráticos y hasta penales, puedan tener un espacio político real. En el caso de Antauro, tiene estas características que ilusionan a un sector del país, que busca reivindicaciones históricas y es bien aprovechado por los delirios de estos falsos profetas.
Las preferencias por los caudillos son históricas en el Perú, si es un militar es mejor; además, suma si tiene un talante autoritario y radical, características innatas en los Humala. No importa si son corruptos.
Antauro pregona fusilar a los corruptos, pero tendría que empezar por casa, fusilando al hermano, Ollanta, al cual está negando estratégicamente; al igual que hace con Pedro Castillo; aunque reconozcamos que haberlo llamado ladrón de gallinas ya es un avance en su mirada miope con la corrupción.
Para que entiendan la jugada de Antauro y la falta de coherencia, en este periplo a Andahuaylas estuvo rodeado de personajes siniestros, a los que primero debería fusilar, siguiendo sus desvaríos.
Estuvieron en Andahuaylas, chalequeando a Antauro, José Vega Antonio, de Unión por el Perú (UPP), el que ayudó en 2020 a tener unos impresentables de congresistas y, además, recordemos que era un incondicional de Martín Vizcarra y Camayo y después fue el principal conspirador de su vacancia.
Otro personaje reciclado que vimos fue el excongresista aranista, Jorge Castro, denunciado por capar sueldos a sus trabajadores en el Parlamento y, sobre todo, coludirse con el fujimorismo para terminar de escudero de Rosa Bartra, en la comisión Lava Jato.
Si así empieza, ya se imaginarán cómo terminará esta nueva aventura de los Humala, decorada con la temática de Hello Kitty.
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