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Héroes y apestados
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La prensa deportiva eleva a los jugadores de fútbol al Olimpo de los dioses con la misma facilidad que son enterrados en lo más hondo del infierno.
El partido con Brasil, en el que nos metieron cinco goles en el arco tapado por Pedro Gallese, fue motivo de un linchamiento nacional a nuestro arquero con una naturalidad que poco favor le hace al deporte, porque si bien se comete errores e incluso hasta la suerte influye en las acciones, no nos parece justo que se arme un cargamontón ante un resultado adverso.
La irracionalidad con la que los comentaristas deportivos ponen y sacan del Olimpo a los jugadores no le hace ningún bien ni al deporte ni a la hinchada, porque polariza y agita la sensibilidad que genera la pasión del fútbol.
Después del clásico del Pacífico entre Perú y Chile, Pedro Gallese pasa de ser un apestado a ser un héroe, nuevamente lo elevan a nivel de dios.
Después de 44 años vamos a disputar la final de una Copa América, en esta ocasión con Brasil, un equipo efectivo que anota de contragolpe y que ya nos goleó con cinco.
Después de 44 años vamos a disputar la final de una Copa América, en esta ocasión con Brasil, un equipo efectivo que anota de contragolpe y que ya nos goleó con cinco.
Este domingo nos veremos con el mejor equipo de fútbol del continente y nuestro equipo tendrá una presión sicológica inmensa, tendrá nuestra ilusión en sus chimpunes y también la conciencia de ser vistos por cazatalentos que estarán observándolos para un posible fichaje.
Por eso en estos momentos sería ideal que la prensa tratara a nuestros deportistas con respeto, sin estridencias, sin hacer de ellos héroes o apestados, porque son, al fin y al cabo, seres humanos con todas las debilidades y fortalezas que tenemos usted y yo.
El deporte de las pasiones nos tendrá este domingo a partir de las tres de la tarde con el alma en un hilo, el Maracaná será el escenario de la gran batalla, será motivo para encontrarnos con amigos y familiares, para vibrar con cada pase, para dar saltos y lanzar gritos, este domingo todos somos un solo sentimiento: Perú campeón.
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