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“Impacto del emprendimiento femenino en el Perú”
“En el mundo empresarial, ser mujer conlleva una serie de desafíos, especialmente cuando se trata de emprender y promover nuestros negocios”.
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Las mujeres tenemos capacidad para sostener y liderar la gestión estratégica de un negocio y así lo demuestran las cifras. Según el Gremio de la Pequeña Empresa (COPE) de la Cámara de Comercio de Lima, durante la pandemia del COVID-19, 7 de cada 10 nuevos emprendimientos que surgieron en medio de la adversidad fueron liderados por mujeres. Hoy en día, el Ministerio de la Producción estima que cuatro de diez mypes son lideradas por emprendedoras.
Pese a ello, en el mundo empresarial ser mujer conlleva una serie de desafíos, especialmente cuando se trata de emprender y promover nuestros negocios. Las condiciones que limitan el acceso de las mujeres al desarrollo económico aún persisten, tal como registran las cifras del INEI (2022), que muestra que las mujeres destinan 23 horas a la semana más que los hombres en actividades no remuneradas, evidenciando que los cuidados familiares recaen —en gran parte— en ellas y, sobre todo, en las que llevan a cabo la labor de ser madres.
Esto representa uno de los desafíos más prominentes para las mujeres que deciden emprender, pues encontrar un equilibrio entre la vida profesional y personal es una tarea que requiere una gestión cuidadosa de múltiples roles y responsabilidades.
En adición, aún muchas mujeres carecen de acceso a programas de formación empresarial adaptados a estas necesidades de tiempo, lo que limita su capacidad para adquirir las habilidades y los conocimientos necesarios para desarrollar y hacer crecer sus emprendimientos.
Estas barreras obstaculizan, aunque no frenan, ese gran espíritu femenino emprendedor que mueve al Perú. ¿Cómo podemos fomentar mejores emprendedoras? Desde el sector privado, debemos seguir apostando por programas conociendo realmente al público beneficiario y entender las circunstancias en las que se desarrolla. De esta manera, evitaremos esfuerzos de baja efectividad.
Capacitaciones en finanzas personales y empresariales, marketing digital, marcos legales, entre otros, serán vitales como hard skills, sin olvidar que el liderazgo, la resiliencia y la adaptabilidad también sumarán para desarrollarse en entornos complejos y altamente competitivos. Además, es clave guiarlas para desarrollar planes de negocio sólidos que involucren bajo riesgo en un inicio, pues para muchas madres que sacan adelante a sus familias día a día, el tiempo que invierten en la crianza de sus hijos es primordial.
En este camino hacia la equidad y el liderazgo femenino en el mundo empresarial, las cifras hablan por sí solas: las mujeres están encabezando una creciente cantidad de emprendimientos, demostrando su capacidad innegable para gestionar estratégicamente negocios exitosos y su vida familiar. Sin embargo, enfrentan desafíos significativos. Es crucial que desde el sector privado se apueste por programas que comprendan verdaderamente a las emprendedoras y aborden sus circunstancias específicas, ofreciendo capacitaciones en habilidades técnicas y blandas, así como orientación para desarrollar planes de negocio sólidos con un enfoque en la mitigación de riesgos. Al hacerlo, no solo estaremos fortaleciendo la presencia femenina en el mundo empresarial, sino también contribuyendo al crecimiento económico y la igualdad de oportunidades en el Perú.
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