Yo te creo

¿Por qué opto por creerle a quienes hacen denuncias públicas de violencia sexual? Porque muchas veces es la única alternativa de romper el doloroso silencio tras el abuso y de reivindicación –moral, al menos– que tienen las víctimas. Una enorme gama de modalidades de violencia sexual, psicológica y hasta física es de muy difícil probanza. Tendríamos que andar por la vida con una cámara go pro en la cabeza para poder contar con las pruebas que tan fervientemente piden ante cada denuncia. Mayor reto es la probanza si la víctima procesa que ha sido víctima de abuso muchos meses o años luego del hecho. Y lo peor es que tenemos infinidad de casos en los que con videos explícitos, los agresores han quedado impunes.

Otro gran grupo de denuncias públicas se refiere a hechos de violencia que ni siquiera están tipificados expresamente en la legislación peruana, por lo que aún si la víctima quisiera realizar una denuncia, esta sería desestimada. Ya les he hablado ampliamente del vacío legal en casos de acoso virtual. En la medida que las mujeres hablemos abiertamente sobre nuestras experiencias, se podrán lograr cambios legales y sociales. El silencio favorece a los agresores.