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Juan Mendoza: Y los ingleses se fueron
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La decisión de los votantes británicos de abandonar la Unión Europea ha sacudido la economía y política mundiales. Se abre una enorme interrogante sobre el futuro de Europa y del planeta.
El Brexit ha causado un auténtico terremoto financiero. La libra esterlina ha sufrido la peor devaluación diaria de su historia. Las bolsas han sangrado profusamente: Nueva York -3.5%, Frankfurt -7%, Tokio -8%, Madrid y Milan -12%. Las acciones de algunos bancos se han derrumbado más de 20%.
Los efectos políticos también han sido devastadores. El primer ministro británico ha anunciado su dimisión. Partidos de derecha en Francia, Dinamarca y Holanda buscarán referéndums similares, lo que podría llevar a un efecto dominó en los meses venideros. Donald Trump, el díscolo y xenófobo aspirante a la presidencia de los Estados Unidos, ha celebrado como propia la victoria del Brexit.
Los bancos centrales de los países industrializados han anunciado que harán todo lo posible para controlar la turbulencia y el pánico financieros. Pero ¿Cuáles serían los efectos de corto plazo sobre el Perú si los bancos centrales fracasan en estabilizar los mercados?
Habría, para comenzar, un dólar más alto, lo que traería más inflación y problemas de pago a quienes están endeudados en esta moneda. La fortaleza del dólar llevaría a una caída en el precio del cobre, nuestra principal exportación. Muchos capitales dejarían el Perú y otros países en la medida en que inversionistas nerviosos se refugien en bonos del tesoro estadounidenses. En el lado positivo, para el Perú, seguiría subiendo el precio del oro, que es otro activo de refugio por excelencia.
En el mediano plazo es muy probable que el Brexit lleve a una contracción del comercio mundial y un aumento del proteccionismo. Se cerrarán los mercados para nuestras exportaciones y será más caro comprar del extranjero.
¿Por qué han decidido los ingleses dejar la Unión Europea? Una razón fundamental ha sido el problema migratorio en el viejo continente. Para muchos votantes, mayor migración es sinónimo de menores salarios para la mano de obra no calificada. Muchos no están dispuestos a subsidiar servicios públicos y transferencias para la población migrante.
Asimismo, para muchos británicos, la asfixiante regulación a la que los ha sometido la Unión Europea ha sido una traba enorme al crecimiento de los negocios y a la eficiencia económica.
Ningún ejército europeo ha sido capaz de invadir Inglaterra en casi mil años. El Brexit puede ser una derrota decisiva, cortesía de Inglaterra, para el sueño de una Europa unida.
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