Ya promulgada la ley de reforma del sistema previsional, toca ahora esperar que funcione y que los candados legales incluidos para evitar retiros indiscriminados sean respetados. Eso, en principio, pues el tema no es nada sencillo.
Obviamente, los más radicales del sector populista del Congreso, representados en este caso por Podemos, se oponen tajantemente a que se mantengan estas restricciones básicas. El mismo día que se publicó la norma, estos señores ya estaban presentando dos proyectos de ley para seguir perforando el fondo previsional y restituir el retiro del 95.5% de los fondos acumulados y fijar en 50 años la edad para acceder a la jubilación anticipada. Una barbaridad por donde se la mire.
Como dicen los expertos, no es una ley perfecta, pero por algo debe empezarse si queremos que en el futuro nuestros adultos mayores no pasen a formar parte de la lista de personas vulnerables que dependan de un Estado cada vez más deficitario. Se estima que la ley entraría en vigor hacia fines del próximo año o inicios de 2026 y para entonces ya debería tener los ajustes necesarios, si en el camino no se vuelve a interponer la demagogia de Podemos.
Recordemos que el Perú arrastra desde hace décadas una salida para un tema que ha sido objeto de manoseo político en distintas coyunturas. Los sucesivos retiros promovidos por iniciativas populistas en el Congreso han resultado nefastos como solución o alternativa para los aportantes.
Como explicó el economista Elmer Cuba, esta ley tendría un costo fiscal de entre 0.15% del PBI y 0.33% del PBI a lo largo de 40 años, “algo perfectamente manejable” para el país. “Ese monto es porque en verdad se trata de pensiones bajas. Si queremos pensiones más altas, tendrían un mayor costo fiscal. En la medida que en las próximas décadas el Perú siga creciendo, se podrá dar más beneficios”, agregó.
En ese sentido, indicó que en la actualidad hay aproximadamente tres millones de personas que son mayores de 65 años y solo el 50% está cubierta con una pensión de jubilación, de las cuales, la mitad es por Pensión 65.
Se han incorporado cambios que valdrá la pena evaluar cuando se pongan en práctica, luego de que se formulen los reglamentos respectivos, como el aporte de independientes, la apertura del mercado a otros jugadores del sistema, tipo bancos, cajas, aseguradoras y cooperativas, la pensión mínima y el aporte por consumo.
Una ley que tiene mucho, pues, por recorrer, pero que al menos ya se echó a andar.