Luis Davelouis: 28 de julio del 2021

PPK terminó su gobierno haciendo una alianza con el fujimorismo "por la gobernabilidad" y llevó la fiesta en paz. La economía no colapsó pese a que la conflictividad social está fuera de control. La inversión privada se mantiene con muchas exoneraciones impositivas y se dice que algunos inversionistas pagan cupos para poder acceder a beneficios. Como quería el Frente Amplio, ahora con solo seis congresistas de los 20 que ingresaron, la Constitución cambió, pero solo para permitir lo anterior.

La ley electoral del 2016 no se tocó; la lucha contra la corrupción no avanzó; se retrocedió en respeto a los DD.HH. La institucionalidad sigue siendo una aspiración nacional de la que se habla para explicar la pésima calidad educativa que brinda el Estado, sin mencionar a las empresas relacionadas con congresistas a las que el Estado subsidia y/o con las que se ha asociado para llevar educación de todo nivel por el país. El crimen menor se ha reducido, pero el servicio estatal de salud estatal nunca ha sido peor. César Acuña es el hombre más rico del país.

La innovación no existe y la competitividad sigue dependiendo del tipo de cambio, del precio de las materias primas, del costo de la mano de obra, de las exoneraciones y de cualquier factor de corto plazo del que puedan echar mano los exportadores para incrementar sus márgenes.

El Perú tiene miles de juicios internacionales porque, se dice, el Poder Judicial se ha convertido en sicario del poder político. Kenji Fujimori será investido hoy como presidente de la República tras un proceso irregular del que se excluyó a los tres candidatos punteros, incluyendo a Julio Guzmán.

Mientras le entrega la banda presidencial a Lourdes Alcorta, presidenta del Congreso, PPK piensa: "Debí llamarlos por su nombre".