Luis Davelouis: Democracia II

Un elemento clave para tomar decisiones responsables es contar con información suficiente y pertinente pero, sobre todo, evaluarla adecuadamente y utilizarla consistentemente. De otro modo, la decisión se convierte en un lance de dados: "Ahora va a salir impar porque ya salieron muchos pares".

Que tanta gente que votó por la salida del Reino Unido de la Unión Europea esté hoy entre preocupada, sorprendida y arrepentida da una buena idea de cómo votan las personas: con el hígado. Que el fujimorismo tenga el 56% del Congreso con el 33% de los votos; que en España el ausentismo haya sido tan alto que la segunda votación casi carezca de sentido; que alguien como Trump pueda ser presidente de EE.UU.; que Castañeda sea alcalde pese a que todas sus obras tomaron el doble del tiempo y el doble de plata presupuestados, y que conserve una aprobación tan alta pese a sus obras chapuceras, opacas, caras y anodinas.

Provoca elegir la explicación más simple porque, aunque inexacta, encaja. Sino ¿cómo explicar que tanta gente votara por un partido que convirtió al Perú en botín y que tiene miembros investigados por narcotráfico de los que no deslinda?

No es solo el recuerdo deforme e idealizado del gobierno de Fujimori, o que las mayorías sean poco dadas a informarse para tomar decisiones responsables y evitar que las engañen. Es más que el descrédito de la política como profesión y el desempeño deficiente de los gobiernos de este siglo. No son solo los ejercicios cotidianos de supervivencia abrumándonos al punto de buscarnos líderes de opinión que nos repitan lo que el sentido común de nuestros entornos nos dicta; tampoco es que todos seamos unos borregos que corren delante de cualquier perro que vaya ladrando por detrás, ni ratas que siguen al primer flautista que se nos pone al frente.

Seguimos.