Luis Davelouis: Descontento popular

En promedio, los gobiernos regionales están recibiendo la mitad de los recursos que recibieron hasta 2014 por las actividades extractivas en sus territorios. Como es lógico, esta caída es compensada con recursos del Gobierno Central, pero no son de libre disponibilidad. Por ejemplo, el Ejecutivo dispone que como los ingresos del Cusco por canon cayeron 49%, se le compensa pero a través de programas específicos cuyos recursos solo pueden ser utilizados con un fin específico.

Es decir, si el gobierno de Cusco estaba haciendo una carretera que se quedó a la mitad, no puede usar los recursos que le son transferidos desde el gobierno para terminarla lo que, por supuesto, es ridículo. Peor, en caso haya terminado la carretera, ni siquiera puede disponer dinero del canon –menos de las transferencias– para trabajos de mantenimiento de esa misma vía. (Seguramente ahora ya pueden explicarse algunas cosas que se ven en las carreteras del Perú).

Esto está teniendo un efecto peligrosísimo en algunas regiones en las que ya se están paralizando obras y la demanda de trabajadores ha caído. Los mecanismos "alternativos" como Obras por Impuestos no pueden reemplazar la escala de la caída de la realización de obras. El desempleo en provincias ya empezó a crecer hoy, no hay que esperar el próximo año ni que el próximo gobierno esté en funciones para que se haga cargo de un problema en ciernes que puede salirse de control. Y después los muertos, policías y ciudadanos, que no son familia de ningún candidato, ni de ningún presidente, ni de ningún ministro.

Cuando las personas salen a las calles a protestar por el abandono o el abuso, no es porque son unos pleitistas que no tienen nada mejor que hacer. Afirmar lo contrario es muy estúpido.