Luis Davelouis: Educación cívica

León Trahtemberg es, sin duda, uno de los profesionales que más sabe sobre educación en nuestro país. Él sostiene que el retorno de la educación cívica a los salones de clase es inconveniente porque, durante las décadas que existió como curso, sirvió para muy poco cuando no para nada. Y tiene razón sobre sus efectos: aprenderse de memoria qué cosa va en el escudo y por qué y cómo se pinta una escarapela es dolorosamente aburrido e inútil.

Tengo entendido, por otro lado, que la educación cívica a la que se refirió PPK tiene que ver más con la construcción de ciudadanía que con una pretendida y chauvinista inculcación de identidad nacional a través de símbolos del siglo XIX con los que hoy –tiempos de #PokémonGO– es muy difícil identificarse.

Por ejemplo, enseñar a comprender que la consideración que uno tenga por sus semejantes redundará en el propio beneficio (parte de la teoría de los juegos de Nash) es construir ciudadanía. Cosas tan cotidianas y nefastas como tratar de ganarle el pase a un peatón en una esquina o subirse a la vereda para pasar a los demás autos porque se está tarde para el trabajo están enraizadas en ese individualismo bobo y mal entendido. Pepe el vivo, en realidad, es un imbécil. Enseñar eso en el colegio, en todas las asignaturas, como dice Trahtemberg, no solo es deseable, sino urgente.

PD: Fue interesante ver que Fernando Zavala se disculpara con Luz Salgado por las declaraciones de PPK. Bien pensado, decir eso de "jalarse" a los congresistas de Fuerza Popular que están allí "por prebendas" –que no se van a cumplir porque Fujimori perdió– es de mal gusto aunque sea verdad. La reacción airada de los fujimoristas sugiere, sin embargo, que algo se mueve con violencia en las entrañas de un bloque que es mucho menos sólido de lo que solía ser.