Luis Davelouis: Iguales

Cuando en la campaña municipal 2015, Luis Felipe Gamarra (Cosas) y René Gastelumendi (Cuarto Poder) le hicieron las únicas entrevistas que valían la pena, Luis Castañeda dejó en claro 3 cosas: primero, que no tenía plan.

Ninguno, ni idea de qué iba o no iba a hacer (y Gamarra se lo pregunta tres veces sin obtener respuesta). Segundo, que no le interesa lo que diga la crítica, ninguna, venga de quien venga. El que critica lo hace solo porque no está ocupado trabajando, es decir, es un ocioso. Y tercero, que las "clases altas" debían estarle agradecidas porque gracias a las escaleras que él construyó en los cerros, esa otra "gente" que vive en ellos se bajara e invadiera los vecindarios "residenciales".

Hoy, cuando se empieza a desatar el escándalo de las negociaciones a oscuras entre el alcalde Luis Castañeda y el presidente de la constructora brasilera OAS –hoy preso por varios delitos– para paralizar el proyecto Río Verde y construir el inexplicable by-pass de 28 de Julio, también se escucha con más fuerza que la prohibición para que los alcaldes puedan ser reelectos sea eliminada. Entre los que apoyan la iniciativa están el Apra, Fuerza Popular y algunos congresistas de la bancada oficialista.

No es una mala idea permitir la reelección de alcaldes: la curva de aprendizaje es enorme y lograr verdaderos cambios en 4 años en, por ejemplo, una ciudad como Lima, es muy improbable cuando no imposible. Pero llama la atención que se produzca justo ahora, cuando quedan aún dos años del período municipal, el alcalde estaría por cederle al Sodalicio un terreno de la ciudad para que entierre quizás a sus pederastas (que los hay), y hay un proyecto para construir casi una veintena de by-passes como el de 28 de Julio. ¿Por quién va a votar Castañeda en el 2021?