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Luis Davelouis: Magali Silva, no se haga la loca
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Sra. ministra, entre el 24 y el 27 de este mes se realizará la última rueda de negociaciones del Acuerdo Transpacífico (TPP) y del 28 al 31 se reunirán en Hawái los ministros de Comercio de los 12 países involucrados, incluyendo al Perú, y usted no nos ha informado adecuadamente de lo que se está comprometiendo a firmar a nombre de todo el país.
Al secretismo hay que añadirle los potenciales y muy perjudiciales efectos para el país en temas como certificación, patentes sobre nuevos usos, ampliación de patentes, exclusividad biológica, etc.
Su equipo negociador es prácticamente el mismo que negoció el TLC con EE.UU. en el 2004 y que aceptó una serie de condiciones lesivas a los intereses y la soberanía nacionales (en los capítulos laboral, ambiental, inversiones y propiedad intelectual) que después, y solo gracias a la tremenda presión e intervención de los parlamentarios demócratas de ese país, debieron ser revisados y corregidos. En síntesis, les dimos pena y nos mejoraron las condiciones.
En 2011 y 2013, el entonces ministro de Comercio, Luis Silva Martinot, afirmó categóricamente que el Perú no cedería "un milímetro" más allá de las condiciones aceptadas en el TLC con EE.UU. y luego, gracias a Wikileaks, nos enteramos de que estábamos entre los países más alineados con las condiciones beneficiosas para las transnacionales extranjeras.
Por ejemplo: el acuerdo de Doha permite que se flexibilicen las patentes de uso de medicamentos si existe una emergencia de salud pública como una epidemia porque se reconoce que el derecho a la propiedad no puede estar por encima del derecho a la salud o la vida. El TPP afecta esta salvaguarda en beneficio de los bolsillos de monopolios farmacéuticos.Y eso es solo la punta del iceberg. ¿Aló?, ¿ministra?
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