Luis Davelouis: "Minoría blanca"

Silvana Buscaglia gritoneó y humilló a un policía volándole el casco de un manazo y fue condenada por ello a 6 años y 8 meses de prisión. A la felicitación inicial por la justa condena y la insólita pero bienvenida celeridad siguió un (felizmente pequeño) movimiento que sospecha de la decisión de la justicia y señala que hay desproporción en la medida. "¿Y cómo Alejandro Toledo no está preso por Ecoteva?", "¿cuántos cobradores y choferes de combi que le faltan el respeto a la autoridad están presos?", "¿y el hijo del ex ministro Silva Martinot?", y así.

Esto, más o menos, es lo mismo que decir "si no se castiga al vecino por portarse como un animal, yo me puedo portar como me dé la gana y, si me castigan, es injusto". Y no, no lo es ni hay desproporción. Las sanciones a determinados comportamientos están establecidas antes de que se cometan las faltas o delitos, no hay retroactividad. Nadie le tiene hambre a la Sra. Buscaglia por ser "blanca" (sí, hay cada imbécil) ni le tienen paciencia a un cobrador de combi por ser "cholo". Nadie la obligó a meterle un manazo al policía.

Si no quieres que la ley te caiga encima, no la rompas. Y si la rompes y te cae, no te quejes; no seas conchudo. El policía hacía su trabajo, hay flagrancia, listo; la ley es clara. ¿Desproporción? ¿Quién decide qué es proporcional con qué? ¿Pasarle la camioneta por encima del pie a una policía es más grave que darse a la fuga? ¿Robarse un auto es menos grave que pegarle un puñete a un agente del orden?

Cuando te robas un auto, estás violando la ley, pero, cuando golpeas a un policía, además, estás violentando al mismísimo Estado de derecho sobre el que todo orden se asienta. Es como pegarle un manazo a la Constitución y al Estado, que se encuentran representados en la autoridad. "Me llega al pincho tu filtro". ¿Se acuerdan?