Luis Davelouis: Narcotrolls I

La DEA ha reconocido que está investigando al secretario general de Fuerza Popular, Joaquín Ramírez. Desde el fujimorismo dicen que es guerra sucia y, para respaldar ello, utilizan argumentos que podrían haber salido de un guión del Chavo del 8.

En un primer momento, Keiko dijo que "si piensan que por ser mujer me van a afectar, se equivocan" (¿?). Kenji dijo en un tuit que "una cosa es q el narcotráfico quiera infiltrarse en tu partido y otra q tú lo invites […] y hagas militante". Becerril preguntaba si la DEA se había vuelto "chicha". Al final, Keiko le echó la culpa a PPK (¿?) y anunció que pedirá a la DEA un informe.

Navaja de Ockham: la explicación más sencilla suele ser la correcta. ¿Podría tratarse de un tinglado armado al mismo tiempo aquí y en EE.UU. entre PPK, la DEA, Univisión, América TV, un piloto peruano trabajando encubierto para la agencia antidrogas y un periodista colombiano laureado con el Pulitzer?

¿O podría ser, en cambio, que i) el narcoavión y los narcobuques de Alberto Fujimori, ii) el narcodepósito de Kenji y su socio, iii) las declaraciones del narco Vaticano de enero de este año sobre el narcoestado del ex presidente, iv) los conocidos nexos de Fujimori y Montesinos con el narcotráfico, v) la investigación que se le sigue desde el 2014 en el Perú a Joaquín Ramírez por lavado de activos (a pedido de Julia Príncipe), vi) su asombroso paso de cobrador de combi a multimillonario empresario y vii) el que sea sobrino de Fidel Ramírez, rector de la Universidad Alas Peruanas, y que fuera dueño del Hotel Granada en el Jr. Miró Quesada, donde presuntamente se escondieron los agentes del SIN que incendiaron el Banco de la Nación durante las Marchas de los Cuatro Suyos, estén todos conectados?