Luis Davelouis: La utopía I

Afirmar que "el país ha preferido abrumadoramente a la derecha y al libre mercado" es tan falaz como decir que "la izquierda renace porque ha recibido el respaldo del 23%". No sé si alguien ha escuchado a Keiko o a PPK insistir en que llevarán los beneficios del libre mercado a todos los peruanos.

Lo que yo escuché –casi a diario– es que les llevarían a los excluidos los servicios del Estado en calidad y cantidad suficientes. Lógico. Pararse en la Plaza de Armas de Santa Isabel en Cusco y explicar que gracias a la suma de todos los egoísmos habrá luz, pista y posta médica "gratis" es igual de inútil –y ridículo– que gritar que, para que haya agua, salud y educación, hay que cambiar la Constitución (¿por qué? ¡Si "la Consti" ni ha venido al mitin!).

Las personas quieren que los hijos no se les mueran y que sus medios de subsistencia no se reduzcan o desaparezcan. Muy poco (o nada) importa si lo hace Humala, Putin, Mao, Fujimori III, Toledo, Obama, Lula o Roque Benavides. Quiero salud, camino para sacar mi producto y que no me jodan; voto por quien me lo venda mejor. ¿A quién le interesa en qué cuernos creen Durkheim o Stuart Mill (¿quiénes serán?) o si se roban la plata de las privatizaciones?

A propósito, Alfredo Bullard dictará un ciclo de conferencias titulado: "Ser socialista se deriva de la arrogancia de pensar que los demás no pueden valerse por sí mismos" en los siguientes lugares: Hogar de Huérfanos, Pabellón de Enfermos de Cáncer del Hospital, Asociación de Madres Solteras por Debajo de la Línea de Pobreza, Comunidad de Sobrevivientes de Desastres Naturales, Asociación de Cargadores de Baldes de Agua y, donde se espera su mayor audiencia, el Fideicomiso de Cuarentones que Viven con sus Viejas.