"En nombre del Gobierno", un libro indispensable

Ponciano del Pino, historiador peruano, acaba de ganar el Premio Iberoamericano LASA 2018 por el mejor libro de Ciencias Sociales de América Latina de 2017: En nombre del gobierno. El Perú y Uchuraccay: un siglo de política campesina (La Siniestra y Universidad Nacional de Juliaca), libro que presenta con rigor y lucidez la densidad de las relaciones entre el Estado y los campesinos quechuas de las alturas de Huanta.

El 26 de entero se conmemoraron 35 años de la muerte de 8 reporteros y su guía en Uchuraccay (1983), tragedia que marcó una inflexión en la forma de percibir la guerra interna. Y el libro de Del Pino es un hito en la comprensión de su porqué. Implícitamente, es también un llamado de atención respecto al prolongado tiempo transcurrido antes de que el drama se entienda mejor.

En nombre del Gobierno, muestra cómo la mirada reduccionista y prejuiciosa impide apreciar, por ejemplo, la larga data de las relaciones entre estos campesinos, el poder regional y el Estado. La idea de comunidades aisladas, autocentradas, sin una tradición de lucha por ser reconocidas, se evidencia en el libro como un gran error.

Como señala Del Pino, las comunidades de Uchuraccay habían tomado ya diversas iniciativas frente al poder en la primera mitad del siglo XX. Sus dirigentes muchas veces viajaron a Lima para que se les reconozca su ciudadanía: su lucha por la tierra, su esfuerzo por ponerle fin al trabajo gratuito y al sistema gamonal (con sus notarios, jueces, policías) y, en general, por apropiarse de la cultura letrada, incluida la escuela.

Contra la extendida imagen de un Fernando Belaunde con escasa iniciativa, subsiste en la zona una alta valoración de su primer gobierno (1963-68). Más tarde, unos estuvieron a favor y otros en contra de la reforma agraria del gobierno militar. Y luego, en medio de esas tensiones penetró Sendero Luminoso, contexto en el que se produjo la tragedia de los periodistas. Como ocurre en todo grupo humano, ante cada caso hubo diferencias; pero, sin duda, siempre formando parte de su larga lucha para poder hablar “en nombre del Gobierno”.