Ecuador, entre la soledad y las malas compañías

Rafael Correa y su “Revolución Ciudadana” encadenaron al Ecuador al “socialismo del siglo XXI” y el ALBA. Comercia muy poco con sus socios (Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua), que vulneran sus constituciones y alientan la reelección indefinida que el presidente Moreno quiere proscribir.

Su deuda externa es brutal y su principal acreedor es China. El modelo es cerrado. Su competitividad está a solo dos décimas de Venezuela (índice WEF). Su comercio con las mayores economías regionales es pobre. Apostó por Unasur, que hace 10 meses vegeta sin un secretario general que la dirija desde su fastuosa sede en Quito.Como Perú y Colombia, es parte de la Comunidad Andina, pero bloquea nuestras exportaciones, obstruye el transporte y nos impone salvaguardias comerciales. Increíblemente, ha denunciado los Acuerdos de Promoción y Protección de las Inversiones. El intercambio ha disminuido notoriamente.

En el Gabinete Binacional del viernes, PPK podría sugerir a Moreno acercarse a la Alianza del Pacífico y liberar la economía asfixiada por Correa, su archienemigo. ¿Podrían hacerlo los equipos estatistas del “socialismo del siglo XXI”? Difícil. Más fácil será convencerlo de refinar su crudo pesado en Talara, transportándolo por mar y por un oleoducto que empalme con el nuestro.