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[OPINIÓN] Andrés Chaves: “La era de Taylor”
Su última gira, bautizada ‘The Eras Tour’, está camino a romper el récord histórico de recaudación.
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Hace un tiempo, escribí una columna admitiendo que me fascinaba Bad Bunny. Hoy, debo confesar que me he vuelto un swifty, ese batallón irracional de fanáticos de Taylor Swift. Mi admiración empezó más por su capacidad para hacer negocios que para escribir canciones, pues su ingenio comercial es innegable.
Su última gira, bautizada ‘The Eras Tour’, está camino a romper el récord histórico de recaudación. Economistas anticipan que su huella, solo en Estados Unidos, será mayor a los 5 mil millones de dólares. Para entender la magnitud consideren que un solo show en una ciudad tiene el mismo impacto para la economía local que ser anfitrión en el Super Bowl (en Seattle la canción “Cruel Summer” incluso hizo que se registre un pequeño terremoto).
Imitando y mejorando la operación de grupos como Iron Maiden, el tour es una clase maestra de logística, con dos equipos viajando en paralelo, armando y desarmando el titánico escenario, maximizando el número de conciertos posibles. Se rodea de los mejores talentos y sabe retenerlos. Ante el rotundo éxito de la gira, la artista dio un bono sorpresa de cien mil dólares a cada camionero, bailarín, ingeniero y abogado que forma parte del tour.
La gira es tan demandada que ya se anunció la película en octubre, que llegará a los cines que están hambrientos de contenido ante la huelga de actores y escritores. Se espera, también, que sea el documental más exitoso de la historia.
La maestría de ‘Tay Tay’, como la llaman (o llamamos) sus fans, ya se había demostrado con la remasterización de sus álbumes, recuperando el control de su obra y generando ingresos adicionales para miles de artistas que la han imitado. Ha desnudado también lo turbias que son las empresas que venden las entradas de conciertos, logrando que sus fans denuncien al gigante Ticketmaster.
Nos guste o no, estamos en la era de Taylor Swift. Pero tranquilos, si alguien los critica por cantarla a todo volumen, pueden refugiarse y decir: “es que es una crack en los negocios”.
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