[Opinión] Inés García Belaunde: “El retorno del dragón”

La historia es una precuela que presenta eventos que ocurrieron siglos antes de lo visto en Juego de tronos. Sigue la historia de la princesa Rhaenyra Targaryen (Milly Alcock/Emma D’arcy), la heredera al trono de Westeros y su familia, los Targaryen, quienes poseen los únicos dragones en el mundo. Una vez que su padre, el rey Viserys (Paddy Considine), al verse falto de hijos varones la declara su sucesora, distintos personajes surgen con sus propias maquinaciones para que el trono acabe en sus manos, como lo hace la familia Hightower. Una vez que Viserys se casa con la hija de los Hightower, Alicent (Emily Carey/Olivia Cooke), y consigue un hijo con ella, Rhaenyra se las verá para que el trono eventualmente llegue a ella, cueste lo que cueste.

La casa del dragón carga con la misma elegancia que destacó a la serie original: un enfoque más maduro y complejo al género de la fantasía, sin olvidar los elementos mágicos. Los personajes son multifacéticos, con actores que saben interpretar a personajes que en otras circunstancias los encontraríamos repugnantes. No hay exactamente héroes, pues la mayoría del elenco opta por tomar decisiones para el beneficio personal más que para la ayuda del prójimo. Aun así, nos encanta verlos maquinar en la corte, tramando sus maquiavélicos planes. Los efectos especiales, la escenografía y los disfraces están cuidados con tanto detalle que la audiencia misma se sentirá transportada a Westeros.

Aunque la serie recién ha comenzado, y el guion ha tomado atajos (los saltos en el tiempo dejan algunas subtramas sin gran desarrollo), se ve que la serie está preparando las fichas para el próximo juego, que seguramente deslumbrará.

No tengo más que decir. Dracarys.