PUBLICIDAD
[OPINIÓN] Joaquín Rey: “¿Dónde están los ciudadanos?”
“Es fundamental que los ciudadanos comprendamos que la calidad de nuestra clase política solo mejorará en la medida en que haya quien lo exija. Y el primer paso para ello es una ciudadanía informada, que demande y que haga sentir su voz”.
Imagen
[OPINIÓN] Joaquín Rey: “¿Dónde están los ciudadanos?”. (Midjourney/Perú21)
Fecha Actualización
En la tarde del 24 de diciembre de 2017, Pedro Pablo Kuczynski anunciaba el indulto al expresidente Alberto Fujimori por razones humanitarias. Esa misma Nochebuena, se activaron movilizaciones en todo el país con ciudadanos que rechazaban la medida. Miles de peruanos prefirieron expresar su posición política en las calles antes que pasar Navidad en familia.
Un año más tarde, el 31 de diciembre del año 2018, horas antes del Año Nuevo, el entonces fiscal de la Nación Pedro Chávarry aprobó una resolución para remover a los fiscales Vela y Pérez del equipo especial Lava Jato. Esa misma noche, miles de ciudadanos pasaron el Año Nuevo movilizándose en las calles del Centro de Lima en rechazo a la medida. La respuesta ciudadana fue tal que, dos días después, el propio Chávarry se vio obligado a dejar sin efecto la remoción de ambos fiscales.
Más recientemente, el fallido golpe de Estado de Pedro Castillo, y la posterior toma de mando de Dina Boluarte como presidenta de la República, inició una seguidilla de movilizaciones en diversas regiones del Perú —muchas de ellas violentas y delincuenciales— que acabó con un saldo trágico.
El propósito de este recuento no es expresar mi posición política en cada uno de estos tres casos, ni mucho menos avalar las movilizaciones que incluyen crímenes, actos vandálicos ni bloqueos de vías —que nunca deben ser aceptados—. Mi propósito es, más bien, hacer ver lo políticamente activa que la ciudadanía era hasta hace muy poco.
Por ello, llama mucho la atención lo que estamos observando en el Perú hoy. Este mes, siguiendo la aparente tradición republicana de diciembres atribulados, se ha revelado la grave denuncia que involucra a la fiscal de la Nación, Patricia Benavides, y un grupo de congresistas, y se ha liberado al expresidente Fujimori como consecuencia de una resolución del Tribunal Constitucional. ¿Cuál ha sido la reacción ciudadana en ambos casos? El absoluto desinterés. Ni en Lima ni en el sur del país —terreno usualmente fértil para movilizaciones sociales— hemos visto una ciudadanía activa.
¿Qué explica esta repentina apatía? Dos factores parecen jugar un rol central. El primero de ellos es el comprensible hastío ciudadano. Después de haber tenido un periodo de seis presidentes en cinco años, de incontables denuncias sobre los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, de blindajes y de esperanzas frustradas, es normal que la ciudadanía haya perdido fe en que la política puede cambiar. Desde esa perspectiva, ¿qué sentido tendría salir a protestar? ¿De qué serviría manifestarse contra los actuales si los que vienen serán iguales o peores?
Otro elemento central es el vacío de liderazgo político. No hay un solo actor que tenga hoy poder convocante o aglutinador, que inspire y movilice. Las últimas encuestas sobre intención de voto presidencial lo muestran con claridad: no hay opción que supere el 5%. Los peruanos no tenemos a quién seguir.
Se podría pensar que una ciudadanía inactiva es deseable en la medida en que da la sensación de estabilidad. Y, si bien es cierto que la ausencia de protestas violentas y de bloqueos de vías es digna de celebrarse, la total apatía ciudadana no lo es. Y es que una democracia saludable requiere dos elementos básicos: una clase política funcional y una ciudadanía involucrada y vigilante. Cuando los ciudadanos deciden silenciar sus opiniones o demandas, los políticos se enfrentan a una suerte de cheque en blanco, a la posibilidad de actuar sin ser juzgados o siquiera cuestionados. Esto inequívocamente producirá malos resultados en el largo plazo y puede llevar incluso a la impunidad.
Por otro lado, la ausencia de políticos con verdadero soporte ciudadano deja el espacio libre para aventureros trasnochados que se cuelan en procesos electorales a último minuto. ¿Qué fue sino Pedro Castillo?
Es fundamental que los ciudadanos comprendamos que la calidad de nuestra clase política solo mejorará en la medida en que haya quien lo exija. Y el primer paso para ello es una ciudadanía informada, que demande y que haga sentir su voz dentro del marco de la ley. Hoy no lo vemos.
Perú21 ePaper, ingresa aquí y pruébalo gratis.
VIDEO RECOMENDADO
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD