[Opinión] Mauricio Aguirre: Ellos mismos

Las principales fuerzas políticas se han embarcado en una especie de guerra de baja intensidad en el Congreso, lo que es un síntoma de que los malos olores de la crisis política de hoy no solo provienen de Palacio de Gobierno. Diferentes bancadas, dependiendo de con qué pie patean, impulsan diferentes proyectos de ley que buscan, por un lado, crear las condiciones que faciliten la destitución del presidente Pedro Castillo, y por otro, poner todos los candados posibles para cerrarle el paso a cualquier posibilidad de sacar al mandatario de Palacio de Gobierno.

Quienes tienen la puntería puesta en Castillo proponen aumentar las causales para la vacancia presidencial y que la Fiscalía de la Nación esté obligada a investigar al presidente durante su mandato; mientras que sus defensores plantean que la vacancia se reduzca a una imposibilidad física o mental previo certificado médico, y que el mínimo de votos para que proceda aumente de 87 a 104.

Pero el problema es, en realidad, salvo algunas excepciones, que la mayoría de las fuerzas políticas inmersas en este juego perverso de legislar en función de la coyuntura, son las mismas que siempre han buscado, y en algunos casos logrado, traerse abajo cualquier posibilidad de llevar adelante una reforma que permita fortalecer los organismos electorales y el sistema de partidos. Es decir, curar la raíz de todos los males que hoy nos agobian: ellos mismos.

Es que en realidad mientras se busque legislar de acuerdo a como viene la ola, en la próxima crisis tengan la seguridad de que la ola será cada vez más grande, hasta que el tsunami nos arrase a todos.

No se trata de poner el parche donde está por saltar la pus, se trata de evitar la infección. Y para eso los consensos para lograr iniciativas legislativas que regulen el acceso al poder son fundamentales. La realidad, sin embargo, da poco para la esperanza.