PUBLICIDAD
[Opinión] Paul Montjoy Forti: La viruela del mono no es el nuevo sida
“En las últimas semanas, a raíz de la expansión de la viruela del mono, una enfermedad que se suponía extinta décadas atrás, no son pocos los reporteros y los medios de comunicación que comparan esta enfermedad con la epidemia de sida vivida en las últimas décadas del siglo pasado”.
Imagen
Fecha Actualización
La cantante y escritora Patti Smith en su libro Just Kids (Traducido como “Éramos unos niños”) relata la historia de su relación con el fotógrafo Robert Mapplethorpe, quien fue uno de los principales exponentes de la fotografía queer de la década de los ochenta en Nueva York. Relata también su sufrimiento y muerte a causa del sida, enfermedad catalogada en aquella época como una epidemia y que fue estigmatizada como el “cáncer gay”, a pesar de que entre sus víctimas reales también abundaban mujeres y hombres heterosexuales. Al enfermo de sida se le sometía a una serie de maltratos y marginaciones, no se les abrazaba, no se les besaba, no se compartía cama, se evitaba pasar mucho tiempo con ellos por temor a contagiarse, a pesar de que esta era una enfermedad de trasmisión sexual. Esa fue la marginación a la que se sometieron injustamente muchas personas, entre ellas Michel Foucault, Federico Moura, Héctor Lavoe, Gia Carangi, Freddie Mercury o el mismo Mapplethorpe.
En las últimas semanas, a raíz de la expansión de la viruela del mono, una enfermedad que se suponía extinta décadas atrás, no son pocos los reporteros y los medios de comunicación que comparan esta enfermedad con la epidemia de sida vivida en las últimas décadas del siglo pasado. Lo que ha supuesto una carga estigmática hacía las personas LGTBI. The Washington Post publicó un artículo titulado “Monkeypox is rousing old fears — and ways gay men care for each other” en el que se resalta el miedo que está generando la manera en que los medios de comunicación vienen cubriendo el crecimiento de la viruela del mono en el mundo y su particular impacto dentro de la comunidad LGTBI. La constante estigmatización, como es sabido, conlleva a la generación de crímenes de odio y violaciones de derechos humanos, además de otras enfermedades como la depresión y la ansiedad.
Hace una semana, el jefe de la OMS, Tedros Adhanom, aconsejó a la comunidad gay que limiten el número de las parejas sexuales para reducir el contagio del virus, a pesar de que la viruela del mono no es una enfermedad trasmisión sexual, no es exclusiva de los hombres ni tampoco se da exclusivamente entre parejas del mismo sexo, como lo demuestra la estadística en África, donde la mayoría de los contagiados no son homosexuales. Sin embargo, lamentablemente en muchos países la mayoría de los contagiados pertenecen a la comunidad LGTBI y esto ha generado que los medios de comunicación relacionen el contagio de la enfermedad con la actividad sexual de las personas. Pero se sospecha que, al ser una enfermedad cuyo contagio se realiza a través del contacto prolongado, las discotecas y los clubes nocturnos sean puntos de contagio. A pesar de la inmensa confusión lo que sí está claro es que al no ser una enfermedad de trasmisión sexual esta puede atacar a cualquier persona.
La viruela del mono no es el nuevo sida como lo han bautizado algunos medios de comunicación y grupos conservadores. Estigmatizar y segregar puede resultar dañino para las minorías. En Estados Unidos, según 9 News, el 75% de los que han recibido la vacuna contra la viruela del mono son personas blancas frente a los afroamericanos, los asiáticos y los latinos. Son los gobiernos los que deben velar que sus políticas sanitarias no terminen por ser discriminatorias. La pandemia del sida, como se ilustra en el libro de Patti Smith, mató a muchas personas que antes de morir fueron injustamente estigmatizadas, maltratadas y discriminadas por propios y extraños. El índice de mortalidad de la viruela del mono es muy bajo y se puede prevenir con la vacuna. Se debe conversar de forma clara sobre esta enfermedad, pero desde un punto de vista empático y sin estigmatización. Por lo pronto, hay mucha confusión y los gobiernos parecen no tener estrategias claras de como combatirla.
En el Perú se han reportado más de 500 casos de esta enfermedad. Si bien depende del gobierno tomar medidas para combatirla, también de los medios de comunicación y todas las personas en general tenemos el deber de trasmitir información sin dañar los derechos de los grupos de personas más vulnerables.
PUBLICIDAD
ULTIMAS NOTICIAS
Imagen
Imagen
Imagen
PUBLICIDAD