[OPINIÓN] Richard Arce: Guerra de mafias

En ese tinglado estamos presenciando una lucha de mafias en el poder, que además se han delatado y han pretendido ajustar cuentas, al mismo estilo de las mafias; al extremo que no les ha importado las consecuencias que podrían tener en los implicados en este tinglado.

Lo objetivo es que las declaraciones de Jaime Villanueva van a significar una hecatombe en el proceso judicial que está llevando Keiko Fujimori, porque la primera constatación que se hace con el testimonio del llamado ‘Filósofo’ es la evidencia de un modus operandi para cometer el delito de obstrucción a la justicia y tráfico de influencias y que además el fujimorismo lo haría sistemáticamente, para instrumentalizar poderes del Estado con fines ilícitos.

Estas declaraciones nos ayudan también a atar cabos sueltos en las acciones y respuestas delincuenciales que han tenido estos actores de la política; un claro ejemplo es la desesperación de Patricia Benavides el día que salió el escándalo, cuando hizo una conferencia de prensa al mismo estilo de un mensaje a la Nación, donde acusó e incriminó directamente a la presidenta Dina Boluarte y su premier Otárola por las muertes durante la conflictividad social y presentó en ese momento una denuncia constitucional al Congreso, resultando inverosímil en el contexto en el que se habían delatado.

Ahora que se tiene la confirmación de la congresista Moyano de haber visitado la Fiscalía y recibir al asesor Villanueva en el Congreso para confabular, hechos que podrían configurar ilícitos como el tráfico de influencias y obstrucción a la justicia. Esto nos lleva a pensar que la supuesta colaboración de la congresista sería porque Benavides estaba conminando a Fuerza Popular a cumplir el despropósito de tumbarse a la JNJ y se habrían traicionado entre ellos; por eso no es difícil inferir que Moyano sería el llamado ‘agente Roberto’, el colaborador eficaz que habría entregado los chats de Villanueva traficando votos con los congresistas.

Y esto guarda relación con la última declaración de Villanueva que narra la molestia de Benavides con el fujimorismo, que ya le había llamado la atención antes por denunciar a la presidenta Boluarte, mostrando la componenda que tendría el fujimorismo con el Gobierno actual, al extremo de protegerla con sus operadores. Quién lo diría.