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[Opinión] Richard Arce: No se confundan con las comunidades campesinas
Los hechos acontecidos en Chadín, distrito de Chota, con los periodistas de Cuarto Poder y los ronderos de la zona tienen que ser esclarecidos; se tiene que condenar cualquier acto de violencia, detención, aprehensión o inclusive, si lo hubiera, de algún tipo de castigo físico contra cualquier ciudadano.
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Los hechos acontecidos en Chadín, distrito de Chota, con los periodistas de Cuarto Poder y los ronderos de la zona tienen que ser esclarecidos; se tiene que condenar cualquier acto de violencia, detención, aprehensión o inclusive, si lo hubiera, de algún tipo de castigo físico contra cualquier ciudadano.
La Constitución ampara el derecho consuetudinario de las comunidades campesinas y pueblos indígenas. La figura de los ronderos, como responsables de la seguridad en la comunidad, tiene sus características particulares que se amparan en la capacidad de organización de la población, eso se evidencia sobre todo en el norte del país.
En Andahuaylas, de donde soy originario, no existen ronderos –al igual que en el sur del Perú–. Las comunidades campesinas se organizan para velar por su seguridad interna y la autoridad está representada en la asamblea comunal por sus dirigentes.
Cuando surge cualquier problema social en la comunidad se tiene a la asamblea comunal como instancia para impartir justicia, que incluye casos de violencia familiar. La sanción varía de gradualidad. En los casos graves, el inculpado recibe unos cuantos “chicotes”. Una de esas faltas graves es el hurto, ahí la sanción va desde el castigo con ejercicios físicos hasta los latigazos.
Hago toda esta introducción para que puedan advertir que toda esta justicia comunal se imparte en la comunidad, no fuera de ella y menos con los forasteros. Esto es importante para diferenciar de lo acontecido, en vista de que hay sectores que pretenden defender el secuestro de los periodistas, quienes inclusive fueron obligados a leer una consigna contra su voluntad; eso fue un abuso y hay delitos.
Trabajo hace años en muchas comunidades campesinas donde recibo afecto sincero, jovialidad y reciprocidad. Pero si un Gobierno se dedica a provocar a la población, confrontándonos entre peruanos aprovechándose de justas reivindicaciones históricas, vamos a tener este tipo de reacciones que nos vuelven a dividir como país por culpa de los políticos.
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