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[OPINIÓN] Yesenia Álvarez: “S.O.S. Piura”
“Golpeada por el dengue, los fenómenos naturales, la delincuencia, la corrupción y la incapacidad de sus autoridades, Piura hace tiempo que pide a gritos auxilio”.
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Piura es la tercera en el ranking deshonroso de provincias en las que se encuentran las entidades con los mayores puntajes de corrupción según el Índice de la Contraloría. La pobreza aumentó a 30.4% en 2022 respecto de 2021. Esto significa que hoy 30 de cada 100 piuranos están en condición de pobreza y viven con menos de 14 soles diarios. A la fecha, Piura registra el mayor número de casos de dengue: 73,083 casos.
En el Índice de Competitividad Regional del Instituto Peruano de Economía (IPE), Piura es uno de los últimos en indicadores sobre red vial departamental y vecinal pavimentada o afirmada, y en el de continuidad en la provisión de agua. Según el IPE, después de Cusco, Piura es la región con mayor dinero para ejecutar obras públicas: S/ 1,090 millones, y, sin embargo, solo ha invertido el 21% de dichos recursos. Ni una cuarta parte.
En una columna anterior comenté que basta ver las calles de Piura para saber que sus autoridades no están haciendo su trabajo hace mucho tiempo (Perú21, 17.03.23). Caminar por Piura es caminar por una región prácticamente saqueada y abandonada. Golpeada por el dengue, los fenómenos naturales, la falta de servicios básicos, la delincuencia, la corrupción, la ineficiencia, y la incapacidad de sus autoridades, Piura hace tiempo que pide a gritos auxilio. Un amigo piurano me decía que ya no es como antes, incluso en zonas con carencias, pero en las que se podía vivir tranquilos ahora da miedo salir a caminar.
Los delincuentes acechan. Otra amiga consternada me contó del reportaje de la vecina de la bodega de siempre que salió en televisión porque la estaban extorsionando para que pague unos cupos. Me dio mucha pena y desesperanza. Piura vive una ola de terror contra los emprendedores en niveles nunca antes vistos. Otra amiga piurana me decía que es como si tuviéramos muy mala suerte y que no lograba entender cómo no podemos salir de ese caos, que los piuranos siempre terminan depositando sus esperanzas en nuevas autoridades y planes, pero siempre es lo mismo.
Nada de lo destinado para Piura llega a beneficiar a esta comunidad tan entrañable del Perú que son mis paisanos. Por ello, indigna hasta hervir la sangre, el caso del congresista de izquierda Guillermo Bermejo, a quien la Fiscalía le ha abierto investigación por tráfico de influencias, después de que un colaborador eficaz lo vinculara como el funcionario público encargado de recibir sobornos a cambio de tramitar y dirigir licitaciones de obras de la Autoridad para la Reconstrucción con Cambios (ARCC) en Piura.
Sí, en nuestra golpeada, empobrecida y alicaída Piura. ¿Qué puede ser más perverso que despojar de oportunidades y recursos a quienes más lo necesitan, a quienes la están pasando mal, y que están buscando levantar cabeza para reconstruirse? ¡Así se descubre a un representante de lo que fue el farsante “gobierno del pueblo” de Pedro Castillo!Lamentablemente, el fracaso de una clase política incapaz, ineficiente y corrupta tiene su caso de estudio en Piura. Decir que la ciudadanía tiene responsabilidad por elegir esas autoridades, sobra. Los piuranos ya deben haber tomado conciencia de su rol en esta tragedia.
En este punto, el problema es más grande que hacer mea culpa y es por eso que el mensaje de aliento que se da en estos casos de que “Piura necesitará de los piuranos para salir adelante”, es infructuoso e insuficiente. Una realidad así necesita ayuda desde afuera, de todos los demás peruanos, y de los piuranos que nos fuimos porque no había oportunidades, pero que la seguimos queriendo con toda el alma. Sola no le alcanza. Necesita que cada piurano haga su lucha por su tierra, que demos el grito de alarma y empecemos a dialogar sobre cómo hacemos para rescatar a nuestra Piura de esta desgracia.
Acciones y tipo de cambio agitados
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