Otorongo comió lagarto

Fecha Actualización

19/04/2021 - 07:00

@CamilaBozzo1

El viernes el Congreso dio dos pasos importantes en la lucha contra la corrupción de altos funcionarios.

Otorongo comió Lagarto. Después de una serie de acciones dilatorias Vizcarra finalmente fue inhabilitado del ejercicio de la función pública por los próximos diez años, por el escándalo del Vacunagate. Tras esta decisión el expresidente no podrá asumir como congresista y así se desbarata su estratagema para lograr impunidad por los próximos años. Y es que Vizcarra se vacunó a espaldas del país, aprovechándose de su cargo para proteger su vida y la de su familia mientras quienes trabajaban en la primera línea arriesgaban la suya. Por si fuera poco, ni vacunas pudo comprar.

Pero no solo eso, desplegó todos los ademanes del oportunismo y la hipocresía para vendernos una historia épica. Hizo suyo el discurso de lucha contra la corrupción y se enfrentó al establishment político, y así conquistó al peruano desafecto y harto de la clase política. Todo fue una pantomima para esconder su pobrísima gestión y para granjearse la aprobación popular. Nos demostró que no es más que un político efectista, sin vocación de servicio y un personaje que hizo de la farsa su emblema. Esperemos que ni el Poder Judicial ni las cortes internacionales se compren la cantaleta de que es un perseguido político.

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Otorongo comió otorongo. La suspensión del congresista y excontralor Edgar Alarcón no fue tan expeditiva como la inhabilitación de Vizcarra por los padrinazgos que se supo granjear al interior del Parlamento y por sus artificios dilatorios. Pero el viernes finalmente se aprobó la denuncia constitucional en su contra por enriquecimiento ilícito, después de siete meses de haberse presentado y de cuatro años de haber sido destituido como contralor por el Congreso. Tras su suspensión como congresista, le toca enfrentar el proceso penal que la Fiscal de la Nación le iniciará ante la Corte Suprema.

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