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[Opinión] Yesenia Álvarez: La trampa detrás del “Que se vayan todos”
Con la prematura y escandalosa remoción de Mariano González como ministro del Interior, la opinión pública parece estar convenciéndose de que es necesario recurrir a la vacancia. Sin embargo, en medio de esta reacción ciudadana aparecen nuevamente políticos y líderes de opinión que hacen como que se indignan, señalan que este Gobierno es insostenible, pero plantean soluciones que hacen que Castillo se atrinchere en el poder.
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Con la prematura y escandalosa remoción de Mariano González como ministro del Interior, la opinión pública parece estar convenciéndose de que es necesario recurrir a la vacancia. Sin embargo, en medio de esta reacción ciudadana aparecen nuevamente políticos y líderes de opinión que hacen como que se indignan, señalan que este Gobierno es insostenible, pero plantean soluciones que hacen que Castillo se atrinchere en el poder.
Me refiero a la postura “que se vayan todos”, que amarra a que un presidente con evidente incapacidad moral se tenga que ir con la condición de que el Congreso también se vaya. Parece una buena y desinteresada idea, pero no lo es, y que sea defendida sobre la falacia de superioridad moral hace titubear a cualquiera que se atreva a cuestionarla.
Pedir que se vayan todos significa que no se vaya nadie, además es inconstitucional y es una receta autoritaria en la región que busca atribuir igual responsabilidad de las crisis al autoritario y a la oposición. Condicionar la salida de un presidente inmoral a que se vayan todos es más bien asegurar su permanencia, poner paños fríos, blindarlo y permitirle que siga destruyendo el país.
Una cuestión lógica nos lleva a advertir la trampa de esta alternativa: ¿Cómo puede funcionar una solución si para liberarnos de un gobernante involucrado en corrupción los congresistas también se tienen que autodisolver? Por lógica es más bien un incentivo para no hacerlo y, en la práctica, la posibilidad de que ocurra es casi inexistente.
Mucha gente bien intencionada se niega a apoyar la vacancia porque dice que no hay votos. Es curioso cómo han convencido a muchos de que primero hay que contar antes que discutir. Si se la pasan repitiendo que no hay votos están decidiendo ignorarla antes de que tenga una posibilidad de ser discutida. No podemos saber si hay votos si primero no la reconocemos como una posibilidad legítima que la Constitución ha previsto para salvaguardar a tiempo a nuestra democracia de gobiernos como el de Pedro Castillo. Ojalá puedan salir pronto de esa trampa narrativa.
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