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Ricardo Lago: Los que trabajamos por el Perú...
“Tuve el privilegio de participar en un proceso histórico que sacó al Perú de la categoría de estado fallido. Dejo al criterio del lector la pertinencia del calificativo de ‘asesor financiero del fujimorismo en los 90’”.
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Ricardo Lago: Los que trabajamos por el Perú... (USI)
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En una columna en La República, Mirko Lauer me etiqueta de “asesor financiero del fujimorismo en los 90”. Conozco a Mirko desde 1987 y le tengo gran estima. A continuación, los hechos.
En 1987, el Perú dejó de pagar al BM, lo había hecho con el FMI en 1986. Dada mi experiencia con el default de México en 1982 –cuando trabajé en la Secretaría de Hacienda–, el BM me encomendó la negociación con Perú con el doble propósito de encauzar las relaciones con el gobierno e iniciar un diálogo sobre las medidas para prevenir la hiperinflación que asomaba.
Logré entablar buena relación con el presidente del BCRP, Coronado, con Salinas, que fue ministro de Economía escasos 120 días en 1988, y con Armando Villanueva que era el premier. Conseguimos diseñar un plan de estabilización que desafortunadamente no vio la luz. Los vices del MEF, Luis A. Arias y J. Abugattas, conocen bien lo que pasó; un artículo de la revista Oiga hizo crónica detallada.No fue posible avanzar hasta que, en agosto de 1990, llegó el gobierno de Fujimori y su primer ministro de Economía, Hurtado Miller, emplazó al BM y FMI para que emitieran dictamen sobre el inminente Plan de Estabilización del 8 de agosto de 1990. Viajamos a Lima mi homólogo del FMI, Martin Hardy, y un servidor. La idea de Hurtado era comprometer a los organismos con el plan como paso previo para romper con el aislamiento del Perú, que debía 2,500 mllns. de dólares vencidos al BM, FMI y BID y mucho más a otros acreedores.
Resultó imposible levantar dicho monto de terceros países, por lo que el Tesoro de los EE.UU. decidió promover una reinserción secuencial en la que primero se regularizaría la relación con el BID y luego con el FMI y BM. En mayo de 1991, el presidente del BID, Enrique Iglesias, me ofreció liderar la operación desde el BID. En tiempo récord, conseguimos armar dos préstamos de ajuste estructural (dinero contra reformas económicas) para los sectores comercio y financiero. Los negociamos con el equipo del ministro Boloña. Los desembolsos, en tres tramos escalonados, ascendían a 800 mllns. de dólares del BID, más otros 500 mllns. de cofinanciación de países. Contra la perspectiva de dichos desembolsos, el MEF pagó al BID los 500 mllns. de dólares vencidos en septiembre de 1991 y regularizó su relación. Fue el primer paso de la reinserción.
Tuve el privilegio de participar en un proceso histórico que sacó al Perú de la categoría de estado fallido. Dejo al criterio del lector la pertinencia del calificativo de “asesor financiero del fujimorismo en los 90”.
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