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Tú eres el racista
El 93% de los ciudadanos sostiene que existe racismo en el Perú (urbano, Ipsos).
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Sandro Venturo Schultz,Sumas y restasSociólogo y comunicador
El 93% de los ciudadanos sostiene que existe racismo en el Perú (urbano, Ipsos). En la misma encuesta más de dos tercios consideran que la Paisana Jacinta no es ofensiva y que debería seguir en televisión. ¿Cómo se explica esto?
Hace unos días Magaly Solier declaró: "El personaje no es tonto, es vivo. No representa a la mujer del ande. Es un hombre que está vestido… está actuando". Me dejó pensando. La actriz, nada menos, ha sido objeto de insultos racistas hace unos meses, así que no se le puede poner en el casillero de los que niegan el problema. Ella está diciendo que no se siente aludida y que ninguna mujer del campo debería tomarlo en serio. Y así podría estar expresando lo que la mayoría dice a través de una encuesta: se trata, a fin de cuentas, de comicidad, farsa, fingimiento.
Quienes están convencidos de que ese personaje es evidentemente discriminatorio descalifican la opinión de la mayoría de los ciudadanos, afirmando que son ignorantes, que están desprevenidos o que han sido tomados por mecanismos de manipulación "foucaultianos". No pueden ver más allá del carácter grotesco de un personaje de mal gusto. A mí también me cuesta.
El carácter subversivo del humor siempre ha sido objeto de debates y conflictos. Más aún cuando tiene contenido catártico, agresivo, que se escapa de lo políticamente correcto. La Paisana Jacinta es un personaje grosero que, como dice Solier, siempre se sale con la suya, que es subestimada por su origen étnico pero que utiliza precisamente esa desventaja para lograr sus propósitos. En ese sentido es parte de una larga tradición de humor popular sobre la pendejada del migrante, la que se inició en los sesenta en la televisión y se prolongó en el teatro callejero.
Estoy con quienes afiman que la televisión nacional es pobre. Estoy en contra de toda forma de discriminación. Estoy con quienes impulsan campañas contra el racismo. Lo que no comparto es el paternalismo con el que muchas personas intentan defendernos, a los cholos y los negros. Una cosa es denunciar el imaginario poscolonial que desprecia lo indígena e identifica "mejora social" con "blanqueamiento"; otra cosa es vivirlo con sectarismo, diluyendo la complejidad, rechazando las contradicciones de una sociedad que muestra una cara para ocultar la otra, y viceversa.
Debe existir otra manera de debatir acerca de la discriminación, de tal modo que la agenda antirracista avance más rápido aún. Cuando en la plaza ciudadana uno dice: "tú eres racista por defender ese porquería", y el otro responde: "no, tú eres el racista porque subestimas al indio"; uno no puede ver allí sino un triste enredo. Los peruanos somos desconfiados y vivimos a la defensiva. Acusamos al otro para salvarnos a nosotros mismos. Sostenemos prejuicios para protegernos de los cambios que nos descuadran. Deberíamos aprender algo de tanto desencuentro.
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