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Realmente Navidad
Realmente Navidad
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Cuando me preguntan cuál es mi película favorita siempre digo Cinema Paradiso, porque en parte lo es y además porque hay mucho caché en tener una película italiana como tu predilecta. Pero creo que la película que más veces he visto es la comedia romántica navideña británica por excelencia: Realmente Amor. Y ya que mañana es navidad, no hay mejor tiempo para verla que ahora.
La película muestra 10 historias distintas en las vísperas de navidad. Los personajes están conectados entre sí y vamos descubriendo estas relaciones a medida que nos introducimos en la película. Estos personajes además son interpretados por pura joya británica del séptimo arte. Pero ¿por qué es esta película británica del 2003 tan querida en el mundo? Me atrevo a proponer mi opinión.
La navidad es una época del año que para muchos puede ser complicada. Está cargada de altas expectativas, de gastos, de recuerdos del pasado. Esto puede conllevar a ansiedad y hasta a depresión. Por eso funcionan las comedias románticas. Porque nos muestran que las cosas pueden funcionar en la vida. Nos llenan de ilusión y satisfacción al ver personajes que logran superar adversidades más complejas (o ridículas) que las que nosotros tenemos para alcanzar sus metas, ya sean románticas, personales o profesionales.
Si a esto le sumas a la mezcla el lado mágico y caótico que trae consigo las celebraciones de diciembre, tienes un hit. Las problemáticas de las personas se acentúan con la llegada del fin de año y poder ver cómo otras personas atraviesan estas fechas saliendo vencedoras brinda una sensación de libertad y alivio para cualquiera de la audiencia. La película además tiene una banda sonora que acompaña cada momento para acentuar adecuadamente las emociones a la perfección.
Si bien hay 10 historias de amor en la película, no todas terminan con un “felices por siempre”. Esta derrota le da un sentido de realidad a la película al no caer en el cliché de resolver todos los conflictos para satisfacer al espectador. Por otra parte, tenemos las relaciones que sí se resuelven con grandes gestos románticos, que incluso el más sentimental no se creería, pero esta dualidad permite que creamos en la fantasía con un pie en la tierra. La vida no es una película, pero si una película puede ayudarte a que aligeres la vida, ¿por qué no darle una oportunidad?
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