“Para subir todo vale” es una de las tantas frases infames que, una vez más, entra al cuadro de las expresiones deplorables de la fauna política, cortesía de un impresentable que ahora funge de ministro del Interior. Varios dominicales han dado a conocer las miserias de un sujeto que es capaz de hacer cualquier cosa para lograr sus objetivos, como el ganarse el fajín a cambio del trabajo sucio de bajarse a la Diviac, la división de la Policía Nacional encargada de investigar a organizaciones criminales, entre las que se incluye a los delincuentes de cuello y corbata que ostentan el poder.
En realidad, para completar la frase infame, lo dicho por Santiváñez es: “Y que Dios me castigue si miento, pero tú sabes que para subir todo vale”. No solo miente el ministro, sino que se evidencia a una persona sin escrúpulos y que está dispuesta a todo para ascender y poner hasta a Dios de testigo de sus infamias.
Las paradojas del destino nos llevan al extremo de que este sujeto hoy sea el ministro del Interior; en consecuencia, responsable de liderar el manejo de la institución policial, que justamente se enfrenta a la delincuencia y el crimen organizado, que evidentemente incluye a los políticos en el poder que están andando torcidos y en el lado oscuro.
Su continuidad se hace imposible. En este momento ya debió haber sido destituido del cargo o en un Congreso “normal” ya hubiera sido censurado; pero olvídense, estamos viviendo una crisis de valores y tenemos un Gobierno intrascendente. Lo dicho por Santiváñez compromete seriamente a la presidenta Dina Boluarte y la hace cómplice de las trapacerías que Santiváñez comete, porque están instrumentalizando un poder del Estado y poniéndolo a disposición de los intereses personales de la presidenta, sabiendo, además, que es una intromisión grosera en la función institucional del Ministerio del Interior.
Lo revelador de los audios que se han propalado en diversos medios de comunicación confirmaría que Juan José Santiváñez, ministro del Interior, asumió el cargo ministerial para cumplir una tarea explícita, desactivar la Diviac, como condición para ser nombrado ministro; tarea que ha sido cumplida con creces. Además, ahora están en la fase de la destitución abusiva del coronel Harvey Colchado, siguiendo un proceso amañado de pase al retiro a la mala.