River, del infierno a la gloria

El 26 de junio de 2011 tocó el infierno. Perdió la promoción ante Belgrado de Córdoba y quedó condenado a jugar en la B Nacional (segunda división argentina). Los hinchas incendiaron el Monumental en una imagen difícil de olvidar. Al año siguiente volvió a primera de la mano de Matías Almeyda. Luego, llegó Marcelo Gallardo, el mejor DT de la historia del club. Ganó la Copa Sudamericana en 2014, la Libertadores en 2015 y ahora en 2018 le ganó a la final a Boca para llevarse su segunda Copa. Ya en marzo le había ganado la final de la Supercopa Argentina al ‘Xeneize’. Gallardo es un enorme técnico, lo mejor que le pudo pasar a River.

Esta final fue eterna, el primer partido en cancha de Boca fue bueno, emocionante, 2-2 y todo a definirse en River. Pero esto no sucedió, los violentos le ganaron al fútbol. Se suspendió y vino lo insólito. Se tenía que jugar en Madrid, un absurdo. La Libertadores es de Sudamérica y se debió jugar acá, pero esa es otra historia. Al final hubo partido. No fue un gran partido, pero sí muy emocionante.

Lo empezó ganando Boca, con un golazo de Benedetto tras enorme pase de Nández, un crack el volante uruguayo. No pasó mucho más en el primer tiempo. Empezando el segundo, los técnicos movieron fichas y ahí cambió todo. Ábila por Benedetto y se apagó Boca. Quintero por Ponzio y se iluminó River. Antes lo había empatado Pratto, tras una hermosa pared entre ‘Nacho’ Fernández y Ezequiel Palacios, otro crack.

En el tiempo extra, a los dos minutos, Barrios se pasa de revoluciones, segunda amarilla y ahí definitivamente cambió todo. Monólogo de River, que fue siempre mejor. ‘Juanfer’ Quintero hizo un golazo, cuando era el más claro de los 21 en la cancha. Después, hubo tiempo para el corazón de Boca, la terrible lesión de Gago y el anecdótico tercer gol de River. Un justo campeón, un muy buen equipo y un señor entrenador. River Plate, el mejor de todos.