Sandro Venturo: PPK debería estar rockeando

¿Han visto esa publicidad de Bernie Sanders, el anciano candidato demócrata, en la que resume sus propuestas con una banda sonora altisonante, colores saturados, textos contundentes y un mensaje reformista que parece lanzado por esos rockeros de setenta años que bailan con más energía que cualquiera de nuestros alumnos? ¿Por qué PPK no está combatiendo su actitud chocha, esa que destacan quienes dudan de él, con ideas decisivas?

Su equipo de publicistas es creativo pero una campaña se gana con una oferta unívoca, no solo con eslóganes. Y nuestros ciudadanos son electores pragmáticos. Ponen presidentes y luego los olvidan sin asco. Votan cruzado sin equivocarse. Optan en primera vuelta por uno y por su "opuesto" en la segunda si les hace sentido. Acaso el equipo de PPK no lo está tomando en cuenta. Si bien los estudios muestran que PPK es visto por la gente como alguien con experiencia y contactos, también se le percibe sin carácter ni filo (a eso alude el reparo a su edad). Difusa actitud que da cuenta de su falta de mensaje.

Encima enfrenta potentes amenazas. Keiko tiene dos cartas demoledoras. La primera es un spot donde vemos a Pedro Pablo en el 2011 defendiendo el voto por los Fujimori (y cierra así: "Vota por Keiko, PPK lo dice"). La segunda será su propia hoja de ruta. Una donde, acompañada de sus garantes, se comprometerá a medidas democráticas específicas y realizables gracias a su mayoría en el Congreso. Y afirmará con emoción: "confíen en mí, quiero por mis hijas limpiar mi apellido". Eso le quitará piso a un PPK que viene defendiendo de forma etérea unos valores democráticos en un país donde la democracia y sus instituciones están desprestigiadas. PPK debe adelantarse a estas jugadas para neutralizarlas. PPK debe perfilar un mensaje irreprochable.

Creo que debería levantar las banderas del reformismo. No del cambio en abstracto, sino de un conjunto de reformas concretas que harán que el país mejore para todos. Cinco reformas inapelables. PPK debería estar fastidiado, cansado como todos de tanta división, abandono, informalidad e inoperancia. Debería estar realmente preocupado por la amenaza del autocratismo. Debería recuperar ese temple que mostró en aquella sorprendente entrevista en la revista Poder (junio 2015) donde pensaba al Perú de forma heterodoxa, proponiendo medidas "faltosas" para nuestro establishment. ¿Dónde está ese PPK?

Las condiciones atléticas del fujimorismo son inapelables. Es una organización sólida, nacional, tiene mística, para unos representa una renovación y para otros una potente añoranza. Para ganarle PPK requiere algo más que una buena selección de consultores destacados. Requiere de contagiar un voluntarismo capaz de vencer a una lamentable vuelta al pasado.