Lamentablemente, con la connivencia de los Gobiernos de México, Colombia y Brasil, por lo ambiguo y la tibieza de sus discursos, no se ha podido arrinconar al sátrapa Nicolás Maduro ante tantas evidencias del fraude que se han atrevido a componer, inclusive, ahora con un pronunciamiento infame del Tribunal Supremo de Justicia, que avala este atentado contra la democracia
Recuerden que el TSJ está presidido por chavistas convictos y confesos. El problema ahora va a ser mayor, no solo para Venezuela, sino para toda la región, porque Maduro se va a empoderar y empezará a reprimir con más violencia a los opositores y la ciudadanía por haberse atrevido a cuestionar los resultados ‘truchos’ de su elección. Olvídense de los derechos humanos de los venezolanos, no valen nada, y el Gobierno se va a ensañar con todo aquel que cuestione su supuesto triunfo electoral.
El problema viene ahora para nuestra región, porque infiero que se va a dar una nueva oleada de migrantes venezolanos deambulando por las carreteras de los países andinos, echados a su suerte y buscando una oportunidad para sus familias. El inconveniente es que esto significa una nueva crisis migratoria con todo el drama humano de por medio, pero que va a obligar a países como el nuestro a ponerse firme en las fronteras para evitar que se vuelva una coladera y, en ese éxodo obligatorio, también se infiltre gente de mal vivir, como ocurrió con la organización criminal el Tren de Aragua y todo el miedo y terror que han sembrado en nuestros países.
Por eso, era determinante la posición que asumieran los Gobiernos de la región para exigirle a Maduro que respete los resultados electorales. Además, se ha hecho evidente la grosera manipulación de parte del Gobierno chavista, quienes no tienen argumentos para erigirse como ganadores de las elecciones. Al contrario, se ha evidenciado en el mundo que en Venezuela existe un régimen dictatorial con un tirano que no quiere dejar el poder y que es capaz de hacer fraude y reprimir a todo aquel que se atreva a cuestionarlo.
En ese marasmo que vive hoy Venezuela, resulta importante la posición honesta y valiente del presidente de Chile, Gabriel Boric. Sin ambages, él ha denunciado al mundo el fraude que se ha consumado hoy en Venezuela y hace un llamado mundial para recordarnos que no puede ser de izquierda aquel que no respeta la democracia y viola los derechos humanos, como lo hace la dictadura venezolana.