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Tírense del puente (la encuesta de Datum)
“El 75% lo desaprueba (a PPK) porque percibe que no hace obras, no lidera, es mentiroso y corrupto. Peor aún, la mayoría asume que PPK cogobernará con el fujimorismo a pesar de la actitud hostil de la bancada keikista”.
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Tírense del puente (la encuesta de Datum)
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PPK está perdido. La mitad de los encuestados considera que no terminará su mandato y que debió ser vacado. La gente cree que negoció con Kenji porque el poder le interesa más que su honor. El 75% lo desaprueba porque percibe que no hace obras, no lidera, es mentiroso y corrupto. Peor aún, la mayoría asume que PPK cogobernará con el fujimorismo a pesar de la actitud hostil de la bancada keikista. Su pellejo sigue en riesgo.
Keiko debe estar muy nerviosa. Su popularidad venía cayendo sostenidamente antes del indulto. En un año, su aprobación disminuyó 10 puntos (ahora 28%) y su desaprobación aumentó 12 puntos (ahora 67%).
Con el patriarca suelto en plaza y el hermano bailando a su alrededor, Keiko ha perdido su imagen de liderazgo en el fujimorismo (antes 60%, ahora 36%). Por lo visto, su jefatura no era inamovible.
Meche está fregada. Si bien tiene una aprobación mayor a la de PPK, su desaprobación es de 54% y va aumentando desde que asumió la PCM.
Además, la gente cree que: i) quiso tranquilizar a las víctimas del terrorismo con los 33 millones de soles, ii) el indulto no traerá reconciliación y iii) el Estado debe obedecer a la CIDH. Todo mal si su viabilidad política se apoya en la deshilachada reconciliación. Alberto no la tiene más fácil. Si bien el respaldo al indulto se mantiene estable, la mayoría considera que su salud no es grave y que no ha sido sincero cuando pidió perdón desde la clínica Centenario. Un 66% considera que participará de forma activa o moderada en política, pero un 53% está en contra de que sea asesor de la bankada.
Fujimori tiene los reflectores encima aunque se esconda en una casa de millonario. No está pasando piola. Todas las bancadas lucen ante la ciudadanía como organizaciones divididas. Y todos los líderes de oposición tienen un rechazo que duplica o triplica su escasa aprobación. El caso más grave es el de Verónica Mendoza, que en un año ha perdido 14 puntos de aprobación y sumó 11 en desaprobación. Solo Julio Guzmán no se mueve porque es invisible.
Kenji es el tuerto en un país invidente. En un mes, su aprobación subió 11 puntos, pero su rechazo es alto (57%). Si bien la mitad de los encuestados piensa que no deben sancionar a los ‘Avengers’ naranjas, también piensa que fue incorrecto dividir a su bancada.
A Kenji ya se le ve como un potencial líder del fujimorismo y su comunicación política descoloca a sus opositores dentro y fuera de la dinastía, pero ganó este partido a través de un cuestionado indulto. Veremos, pues, si crece o no.
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