El ex presidente Donald Trump y la actual vicepresidenta Kamala Harris disputan palmo a palmo el sitial de la Casa Blanca. A menos de tres semanas del martes 5 de noviembre es imposible anticipar quién ganará la elección.
Recordemos que Harris logró eclipsar el liderazgo que Trump tenía sobre el presidente Joe Biden cuando anunció su candidatura el 21 de julio. Según algunas encuestadoras, la mayor ventaja de la candidata demócrata se habría registrado en agosto, desde entonces el contendor republicano escala acortando la distancia.
La encuesta Marist publicada el miércoles 16 es la más optimista para los demócratas. Indica que un 52% votaría por Harris, frente a un 47% de preferencias por su contendor. El estudio del Economist/YouGov asigna cuatro puntos de ventaja, mientras que Ipsos/Reuters apenas tres. La encuesta ABC/Ipsos del 13 de octubre da apenas dos puntos de ventaja, pero el estudio cuenta con un margen de error del 2,5%. Otras tres encuestas difundidas a fines de septiembre y otro estudio de NBC divulgado el domingo arrojan un empate.
En definitiva, la carrera por el sitial de la Casa Blanca tiene expectante a más de 161 millones de votantes en Estados Unidos y a quienes seguimos la coyuntura de ese país.
Como resultado de lo anterior, la campaña se vive minuto a minuto. Especial atención se presta a los denominados “swing states”, los siete más competitivos en la disputa electoral, cuyos votantes oscilan de un partido a otro. La mayoría de encuestas indican que Harris lidera las preferencias en Michigan, Pensilvania, Wisconsin y Nevada, mientras que Trump aventaja en Arizona, Carolina del Norte y Georgia. Un elemento común a todos los estudios es que ninguna ventaja es significativa… en resumen cualquier cosa puede pasar.
En este contexto, el margen de error es mínimo y los emplazamientos de uno a otro son una constante. Harris acusa a Trump de evitar un segundo debate, porque perdió el primero. También condena el uso de una retórica que promueve la división racial.
La candidata de 59 años entregó un informe médico que acredita su “excelente salud” destacando que cuenta con la “resiliencia física y mental” para ejercer el cargo de la presidencia. Conforme a ello emplaza al republicano de 78 años a difundir sus registros mientras se pregunta si es que tiene miedo de que acrediten que está muy “débil e inestable” para ejercer el cargo.
Por su parte, Trump ataca de manera sostenida la política de migración de los demócratas. Advierte que la “invasión de migrantes de Kamala” amenaza a las comunidades de latinos que se han asentado en el país. A su juicio, su presencia incide en la reducción de salarios y amenaza la permanencia en sus trabajos.
Harris lidera en el voto hispano pero las encuestas indican que Trump acorta la distancia. De hecho, desde 2016, es la líder demócrata que saca menor ventaja a los republicanos entre los votantes de origen latino.
Quedan apenas 18 días para la votación. Y aun cuando algunos estados como Virginia, Minnesota, Dakota del Sur y Georgia comenzaron el proceso con el voto temprano, queda mucho por recorrer. Una carrera que se definirá en el conteo voto a voto.