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Bruno Montenegro, el estudiante trans que cambió las reglas en la Universidad San Agustín de Arequipa
Bruno Montenegro apostó por la visibilidad para luchar, y aunque el camino no ha sido fácil está convencido de que la indignación se puede transformar en acción.
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Bruno Montenegro está aprendiendo a ganar. Porque luchar ya sabe, y esto empezó hace mucho. Primero fue una batalla para protegerse de su familia que lo discriminó y hostigó, y hoy se ha convertido en el protagonista de la lucha frente a la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa (UNSA), la cual acabó por aprobar el jueves 1 de agosto el uso del nombre social para sus estudiantes transgénero. Esta decisión histórica es una medalla más para Bruno, pero sobre todo un gran paso para las personas trans en el Perú.
"Ahora los estudiantes trans vamos a poder desenvolvernos plenamente en nuestra universidad", comenta el estudiante de la Escuela de Ciencias de la Comunicación. Su sonrisa refleja satisfacción. Bruno tiene 27 años y aprendió desde muy temprano que hay situaciones imposibles de dejar atrás. No se trata de aguantar, de tolerar, de resignarse.
Nació mujer y al comienzo pensó que era lesbiana. Pronto descubrió que su identidad de género era distinta. Y comenzó la transición hace dos años, exactamente el 28 de junio de 2017 cuando hizo pública su identidad trans. Hoy es un trans masculino, así se identifica.
MÁS QUE SOÑAR
"Es posible el cambio. Sí se puede, sí podemos", dice. Para Bruno, ser un hombre trans en el Perú no ha sido fácil. Le costó conseguir trabajo al menos dos años. Lidiar día a día con la desinformación y la transfobia lo han hecho más fuerte.
Cada vez que iba a clases se encontraba con una barrera en la puerta de ingreso, donde le decían que estaba suplantando a alguien. No faltaban las miradas, esas que tanto duelen al comienzo, y que luego dejan de lastimar para impulsar acciones.
Bruno tiene algo claro: la indignación se puede transformar en acción. A pesar del miedo natural que lo invadió en aquellos tiempos en los que creía que era lesbiana, Bruno no ha dejado de luchar: "El miedo me ha dado fuerza. La indignación ha sido el motor para conseguir cosas... No es justo que pasemos estos momentos. Ser visibles nos permite avanzar".
Bruno es optimista. Y esta batalla ganada en la UNSA es el comienzo de nuevos retos por un país igualitario. "Es un pequeño paso, y creo que vamos a poder mucho más", comenta. Se refiere al matrimonio para personas del mismo sexo, y a nivel de su ciudad espera una ordenanza regional que prohíba la discriminación a la comunidad LGTB y la sancione. El Perú, dice, necesita que todas las personas trans sean incluidas y respetadas.
Bruno es también activista y representa al grupo Fraternidad Trans Masculina - Arequipa.
SER TRANS EN EL PERÚ
Invisibles muchas veces, las personas trans en el Perú existen y necesitan ser respetados y reconocidos. Lamentablemente, son los más vulnerables en nuestra sociedad.
Para Santiago Balvín, activista de la organización Diversidades Trans Masculinas, hay mucho camino por recorrer: "Sobre la UNSA me parece simbólico que seamos transmasculinidades quienes abramos camino en los espacios como la universidad puesto que aún podemos ser parte de estos espacios y creo que se da desde el privilegio también, puesto que muchos de nosotros podemos pasar desapercibidos y por ende que no nos humillen, ni ataquen en espacios públicos, salvo que expongan nuestra identidad trans que es la lucha que se ha ganado. Sin embargo, veamos la realidad de trans femeninas y su acceso a la universidad y a la educación. Son temas que debemos ver con mucho énfasis, puesto que lo que está en disputa no solo es un nombre sino el hecho de estar en un lugar donde no te discriminen y te sientas seguro. Los espacios educativos muchas veces no significan esto para una persona trans, por lo cual , creo que estamos dando pasos importantes".
Balbín se identifica como transmasculino no binario.
Bruno Montenegro resalta que las personas trans no tienen acceso a la educación y la salud: "Creo que no está lejos el hecho de pensar que pronto se apruebe una Ley de Identidad de Género en el Perú".
LA MEDIDA EN LA UNSA
El Consejo Universitario de la Universidad Nacional de San Agustín (Unsa) de Arequipa aprobó el uso del "nombre social" para los estudiantes transgénero. La medida fue aprobada por la Resolución N° 0577-2019.
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NORMATIVA
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La UNSA es la segunda universidad que reconoce a sus estudiantes transgénero y aprueba el uso del nombre social por los mismos. La primera fue la Pontificia Universidad Católica del Perú.
La normativa aprobada por la UNSA señala que la inclusión del nombre social solo está permitida una vez y que no se podrán modificar los apellidos del estudiante.
El nombre social solo es para uso interno de la universidad, por ejemplo: listas de asistencias, evaluaciones, comedor, bibliotecas, bienestar universitario, trámites administrativos y entrega de premios. Tal nombre, de acuerdo a la resolución, no podrá utilizarse para los casos de tramitar certificados de estudio, constancias oficiales y títulos universitarios.
La normativa aprobada por la UNSA señala que la inclusión del nombre social solo está permitida una vez y que no se podrán modificar los apellidos del estudiante.
El nombre social solo es para uso interno de la universidad, por ejemplo: listas de asistencias, evaluaciones, comedor, bibliotecas, bienestar universitario, trámites administrativos y entrega de premios. Tal nombre, de acuerdo a la resolución, no podrá utilizarse para los casos de tramitar certificados de estudio, constancias oficiales y títulos universitarios.
Respecto a la PUCP, Balbín advierte que "la reforma trans que se dio en la PUCP aún tiene disputas como su implementación total, entonces hay cosas que se ganan y otras por las que debemos seguir trabajando".
La resolución del Tribunal Constitucional reconoce que las personas transgénero se ven expuestas a publicar datos de su intimidad biológica al no tener documentos que reflejen su identidad. La situación, refiere la resolución, obstaculiza el desarrollo de su plan de vida y el libre ejercicio de otras derechos fundamentales, como la educación el trabajo y la salud. Además, destaca una realidad que ya no podemos negar: la comunidad trans es "discriminada dentro y fuera de las aulas".
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Desde mayo del 2019, Bruno Montenegro ha estado luchando para que la Universidad Nacional de San Agustín reconozca su derecho a la identidad y el uso de su nombre social en los documentos de esta casa de estudios. Confirmar que no hay batallas imposibles, lo impulsa a seguir luchando por la comunidad que lo representa.
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